El Croque nº 15
(marzo 2006)
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¡QUÉ VIDA LA QUE MI COCHE
POR AQUEL TIEMPO PASÓ! [...]
UNA NOVENA A SAN GIL
Y LUEGO A TOMAR EL SOL
AL PASEO DE LA RONDA
O AL CAMINO DE ALCORCÓN.
Opinión
LA IMPORTANCIA DE PERDER EL TIEMPO
Terror en la ETSAM
LOS ALBAÑILES ILUSTRADOS Y LA ESCUELA QUE NOS PARIÓ
Concurso de relatos
I CONCURSO DE RELATOS CORTOS DEL CROQUE:
PRIMER PREMIO: UN MINUTO DE VIDA
SEGUNDO PREMIO: DOS CASITAS (O NO)
TERCER PREMIO: EL COLLAR DE TAPAS DE BOLI BIC
EL DÍA QUE SECUESTRARON A JUAN NAVARRO BALDEWEG (Capítulo III: EL RETORNO DE JNB)
Pazo Words
Pierdetiempos
LA POLÉMICAAA #11: OJETES CACEREÑOS
ENCICLOPEDIA CROQUEUSSE: PRINCIPIO CÁLIDO
¿Por qué es imposible saber a quién
recurrir para escribir una queja? El Croque. Marzo de 2006. Buenos
días a todos todos... La cúpula corrupta informa que el saldo de su móvil
está a punto de agotarse; y además por sólo 20 céntimos le enviamos un
poema minimalista (dos palabras) con su nombre: “Mariano ano”, “Susana
arándano”, “Sancho panza”, “Colignon cebollón”... En
fin. A pesar de los pesares, aquí lo tenéis. Calentito de la
fotocopiadora.
Tenemos dos consultas hoy. Seguidle azuzando a través de elcroqueweb@hotmail.com “Desde que estudio Arquitectura no disfruto del coito ¿Tiene esto algo que ver con mi frustración de no encontrar contornos de sombreado válidos?”
¡-
Tiene que ver, amigo. Para tener éxito en esta carrera tienes que toparte
cara a cara con tus frustraciones. En tu caso veo que el sombreado de
contornos válidos te tiene frito pero ante una frustración nada mejor que
una antifrustración liberadora para compensarla. Prueba practicar el coito
en la copa de un árbol con tu pareja en el Retiro, a las 3 de la tarde,
por ejemplo. “Hola Pazo. Me gustan mucho tus rincones, aunque casi nunca los entiendo. ¿Dónde estás?” - Si es que yo soy Pazo, la verdad es que no sé dónde estoy, pero puedo decirte que tiendo a estar en París. El Croque & Pazo. Marzo de 2006. |
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Hola amigos. Quiero dar la enhorabuena por su labor a todos los participantes en el estupendo proyecto de reactivación del Río Manzanares. Gracias a ellos vamos a recuperar un espacio que creíamos perdido, ya que no hemos sabido ver que nuestro querido Río estaba lleno de espacio arquitectónico (porque de agua no, desde luego...). Quizá algunos penséis que sólo sirve para decorar la operación de soterramiento de la M-30 (a la que todos los arquitectos se oponían), que vaya gasto más tonto lo de llenar tropecientos kilómetros de arbolitos o que encima el premio se lo lleva un íntimo de algún miembro del jurado, que ya se ha encargado de publicarlo en su revista. Pero yo he decidido hacer un sacrificio por todos vosotros, he cogido dicha publicación y me he dispuesto a contaros las numerosas bondades de los proyectos que se presentaron, y de paso agradezco a sus proyectistas el esfuerzo realizado. GRACIAS a Burgos y Garrido, por confiar en el Río ( [...] Aunque su caudal es casi ridículo [...] podemos confiar en su fuerza y persistencia. Transformará la ciudad colocándolo en el centro, y la ciudad le devolverá al río la inversión realizada. Seguro, confiamos en él. [...] ) y por su labor social: pintar de verde toda la ribera del Manzanares hará que surjan bosques por los que pasear, transformando en árboles a los múltiples yonkis y meretrices que frecuentan determinados parques de la zona; además, añadiendo matices ocres consigue eliminar las diferencias sociales entre el Norte y el Sur de Madrid. Dará resultado, seguro, confiamos en ellos... GRACIAS a Herzog y De Meuron, por contarnos que debajo del Río se encuentra el Terciario Dietrítico de la fosa del Tajo. Gracias por su maravilloso plano de situación, reflejando que tiene la misma importancia el Palacio Real que la estación de Cercanías de Pirámides. Por su definición de la Casa de Campo (lugar típico de esparcimiento de los madrileños), a la cual les invitamos a venir para que conozcan a los típicos madrileños que se esparcen por allí. Gracias por crear un charco sobre los escombros del Calderón, y un garabato fractal que se repite durante más de un kilómetro y que, aunque no viene a cuento ni tiene relación con el resto del proyecto, tiene su encanto por llamarse el “Camino de las Flores”. GRACIAS al Señor Juan Navarro (a éste le invitamos a que se pase por la Escuela) por sus tres magníficos edificios tirados a lo largo de la extensión del Río, por su gran relación con el entorno. Gracias por un “poliedro rasgado”, por una “plaza” estupenda (un biombo enorme con cubierta de palotes...) y por esa gran actuación en el Matadero de Arganzuela, que convierte en un recinto cultural (¿no era ya un recinto cultural?) y le planta en “to’l medio” una torre cilíndrica de oficinas con recubrimiento de chapapote (o eso parecen los dibujos). Esperamos que en su próximo libro explique la integración de dicha torre en el lugar... Y gracias por elegir un amarillo ocre tan... poco común... para pintar el terreno en sección. GRACIAS a Perrault por su alarde de originalidad deduciendo, tras “el detallado análisis del territorio” que el proyecto debía ser un Gran Parque y un Gran Río (porque no todos tuvimos la oportunidad de leer el enunciado del concurso, claro...). Gracias por intentar conseguir un río “aisladamente conectado” (¿?) y por rebautizar a los viveros como Parque Científico construyendo junto a ellos un huevo gigante. GRACIAS a Eisenman por creer en las grandes crecidas del Río Manzanares, por crear un parque hidrológico activo y por pensar que podía regalarnos también un parque acuático y una playa. Si total nos sobra el agua... GRACIAS a Ezquiaga por su catálogo de cosas con agua y por pintar todo el plano de distintos tonos de verde, incluidas las calles, para que el proyecto sea más medioambiental. GRACIAS a Martínez Lapeña y Torres por ese gran mausoleo en memoria del Vicente Calderón (160 m de diámetro), una forma de ahorrarse trabajo en intervenir en el resto del Río, que total se puede apañar con cuatro riberas verdes. GRACIAS a Sejima y compañía por esos montajes que hacen que parezca que tendremos el Caribe al lado de casa en verano, y una estupenda pista de hielo en invierno. Y gracias por recordarnos a todos que un proyecto urbanístico puede apañarse entrelazando viario rodado, peatonal, carril bici y tranvía (todos lo hemos hecho alguna vez ¿no?). GRACIAS a todos por participar, que dicen que es lo importante, y por hacernos saber que, ganara quien ganase, tendremos un Madrid más medioambiental y a la vez más transitado, más centralizado y a la vez más lineal, más azul y a la vez más verde, en definitiva tendremos MÁS (más de lo mismo, más de nada, menos (que es más)...). El Sopas. 2006
"El Manzanares no es esto y lo sabes"
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LA IMPORTANCIA DE PERDER EL TIEMPO
Hablan del valor del silencio, del vacío, del no-ser… Es muy poético pensar esto sobre una maqueta que cabe en tu mano, pero se necesita algo más para aplicarlo en la vida.
Esos conceptos no son
arquitectónicos, son universales. La coherencia de su utilización no está
sólo en la relación con los distintos materiales, la escala, el programa…
La coherencia abarca también la vida y la actitud que adoptas incluso con
lo más insignificante. Hacer/ no hacer. En el límite está la conciencia. En el momento del cambio sientes la sospecha, dudas, y haces la pregunta. La inacción señala y acota la desordenada masa de vivencias y sensaciones. Es necesario perder el tiempo. Sin ese límite hay desorientación. Sin embargo en la escuela nos impiden detenernos a observar. Distanciarnos del mundo y del escenario por un momento para comprender el espectáculo. Mirarnos a nosotros mismos, fuera del papel, para más tarde volver a la acción. No podemos parar. Por ello se da una paradoja al respecto: la sensación generalizada de que perdemos el tiempo obligadamente. De que vivimos desorientados en un movimiento frenético en el que malgastamos energía… Dando rodeos y rodeos y más rodeos… Por lo tanto no perder el tiempo en absoluto es la mayor pérdida de tiempo. Demasiada ambición es contraproducente.
Esto es lo que ocurre en
el condensado plan del 96 (entre otras muchas cosas). Es casi imposible
perder el tiempo por decisión propia.
Es curioso, proyectamos
con el vacío pero no aprendemos con él. En la escuela la pedagogía es tan bruta como la construcción románica, donde sin nociones de cálculo de estructuras se resuelve todo añadiendo más masa. Aquí la única estrategia para el aprendizaje es añadir horas y más horas de estudio. No entiendo el trabajo de forma independiente a la vida. Por ello me pregunto cómo pueden entusiasmarse con la tecnología, la luz o la ligereza… si como profesores sólo saben añadir masa como hace mil años. A Bruxa Piruxa. 2006.
Toma forma y funciona |
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Existen pocos
edificios que definan a la arquitectura de la evasión mejor que un burdel
o una sala de juego. Son lugares en los que la gente entra para dejar
fuera todos sus problemas y que permiten, aunque sólo sea por un momento,
alejarse de la realidad hacia un mundo fantástico de penumbra e ilusiones.
Los reclamos utilizados
son sencillos y previsibles: neones de colores con mensajes claros: Club,
69 cabaret, Sí Señor, Juegos, Salón de juego. Son siempre nombres
hipócritas que tratan de disimular sin mucho esfuerzo la realidad de su
interior. Nunca se vio un burdel donde se anunciase: “putas aquí” o un
salón de juego que pusiera: “tragaperras”. Sin embargo nadie entra
engañado ni presionado en ellos. Cada uno entra por su propio pie
consciente de lo que le espera. Yo comparo la arquitectura actual con los burdeles.
Los defensores de la
arquitectura producto proponen en realidad la creación de burdeles y
salones de juego por todo el mundo. La construcción de arquitectura de
consumo produce lugares atractivos por las connotaciones que tiene algún
elemento anecdótico en su composición y no por la arquitectura en su
globalidad. Muchos arquitectos defienden viviendas evasoras, donde se
traslada al “usuario” lejos de la realidad gracias a una arquitectura
ilusoria.
En un paisaje urbano
monótono y aburrido donde los más modernos plantean soluciones creando
árboles de metal (???), otros insertan burdeles y salones de juego donde
la gente pueda perder su tiempo tranquilamente, pues lo importante es que
no nos demos cuenta de lo que somos; y la arquitectura tiene que ayudarnos
a vivir la vida como nuestra propia realidad ficticia. “El mundo es así, y la arquitectura se adapta...” Está claro que la vieja ilusión de cambiar la sociedad con nuestra poderosa herramienta hace tiempo que quedó atrás. La Paja. 2006.
"We SÍ QUE don`t care"
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LOS ALBAÑILES ILUSTRADOS Y LA ESCUELA QUE NOS PARIÓ
Tengo problemas, te
pueden librar / de sentirte en paz. Tengo problemas que nadie me planteó. No te los presto; si fueran para ti no estaba aquí yo. (Los Enemigos) -”La arquitectura es el arte de construir casas” Esto, o algo parecido, es lo que muchos de nosotros teníamos en mente cuando pensábamos estudiar Arquitectura, sobre todo cuando éramos pequeños y no nos habían hablado de Le Corbusier ni habíamos visto nada de Rem Koolhas. -”La arquitectura es el magnífico juego de los volúmenes bajo la luz”
Esto es con lo que nos encontramos al
ingresar en la Escuela de Madrid. Ni vigas, ni columnas, ni ventanas, ni
puertas ni nada. Cajas de luz tan sólo. Y uno puede pensar, en su
inocencia: “A lo mejor es que las puertas las damos en segundo”. Craso
error, amiguito. La forma en la que el profesorado y el plan de estudios tratan a la construcción es vergonzosa. Si algún alumno sabe algo de construcción práctica es porque se lo han dicho fuera, o porque ha currado en una obra, no porque haya emanado de las profundas prácticas de Obra Gruesa o de las sugerentes amebas de Obra Acabada. Evidentemente, al principio de la carrera no se nos puede obligar a comprender los rudimentos del proyecto en términos estrictamente constructivos (eso podría incluso matar la vertiente “artística” del asunto), pero tampoco se debe llegar a esto: Primer curso: Sistemas Constructivos, que debería ser la puerta al maravilloso mundo de la arquitectura posible, es una asignatura completamente marginada en el elenco de primero. Sin embargo, llama la atención que sea la única en la que la gente se curra “de verdad” las maquetas. Nadie vuelve a hacer una maqueta como la de Sistemas jamás.Segundo curso: Digamos que el Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónica (DCTA) prefiere reservarnos lo gordo para el “segundo ciclo” de la carrera, dejándonos con el aperitivo de los Materiales de Construcción para los más impacientes. Claro que muy pocos recordarán cuando terminen la carrera las diferencias entre la madera de roble y la de cerezo japonés, porque luego todo el mundo se piensa que hemos grabado los cachitos de las muestras en nuestra cabeza y jamás de los jamases se preocupan de hablar del tema en otra clase, salvo para preguntarnos por los recubrimientos de nuestro proyecto y reírse de nuestras inevitables incongruencias.Todo esto no son más que preparativos para el verdadero desastre, que se fragua entre tercero y cuarto. Como es muy difícil dar en un solo cuatrimestre los conocimientos de toda toda toda la construcción que un arquitecto debe saber, lo parten en dos asignaturas supuestamente complementarias pero enfrentadas (o más bien “dadas la espalda”) en la práctica. Obra gruesa es el gran chasco de tercero. El temario es el obvio, pero el enfoque está muy apergaminado y es terriblemente arrogante. Como no saben muy bien cómo llevar a cabo la docencia, se han quedado con el estilillo de 1980 y no han sabido salir de ahí. Las prácticas son poco útiles y lo único que se agradece de verdad es que nos lleven a ver dos (2) obras durante el cuatrimestre. Encima, tienen pocos créditos y los gestionan mal, pretendiendo impartir una clase teórica hiperseria cuando deberíamos estar continuamente “jugando a las casitas”, en el mejor de los sentidos. Y qué decir del examen final, ese engendro inasumible que pretenden que hagamos en dos horas cuando harían falta cuatro para hacerlo en condiciones…Obra interior pretende enmendar la plana en cuarto, pero ¡ay!, tiene dos caras: una tremendamente árida, y otra demasiado amable. Os cuento mi caso. Yo me metí a uno de los grupos normales de la asignatura, y sólo de ver la hoja de entregas y preentregas se me pusieron los pelos como escarpias. Me recordaba demasiado al seriecismo hipócrita de Obra Gruesa. Por eso, la mayoría de los alumnos nos pasamos a la unidad docente de Salvador Pérez Arroyo, que prometía sorpresas, divertimento, flexibilidad y amebas voladoras. Al final la cosa acabó en que medio investigamos posibilidades rarísimas de algunos materiales y tratamos de dibujar un proyecto “constructivo” de alguna cosa rara… pero nadie, absolutamente nadie se enteró de cómo se pega un baldosín a la pared.(Yo lo siento por Arroyo, que me parece un buen arquitecto y un ameno profesor, pero la forma en la que se enfoca el asunto es absolutamente perjudicial para el oficio. Su asignatura debería llamarse Dibujo 4 o Estructuras Especiales, y cursarse aparte de las demás, posiblemente a la mitad de la carrera, como descanso a la interminable serie de Proyectos Arquitectónicos.) En quinto no existe ninguna asignatura dedicada en exclusiva a la construcción, tocándola sólo en aspectos marginales como Cimentaciones o el Oficio del Arquitecto, donde aprendemos la parte administrativa del asunto y apuntalamos malamente lo poco que recordamos de Obra Gruesa. Las optativas pueden mejorar el panorama, pero definitivamente, si alguien quiere saber cómo se construye una casa...aquí no lo va a aprender.Quizás es que construir una casa es algo tan obvio, tan sencillo y tan elemental que no hace falta estudiar una carrera para aprenderlo y es mejor que dediquemos nuestro tiempo a pensar en cómo distribuir según las proporciones de oro el bidé y el inodoro. ¿Tanto cuesta hacer de la construcción algo ameno, algo tangible, algo cercano? ¿Tanto hacerlo natural, como naturales nos pintan los trazados reguladores y el resto de arbitrariedades pseudocientíficas? ¿Tan difícil es hacer que nos interesemos no sólo por la composición de espacios, sino por cómo podemos hacer que lleguen a ser posibles? ¿O es que no les interesa tampoco a ellos? El maquinista de la Particular. 2006.
Puede que el artículo sea un ladrillo,
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Prevaricar es uno de esos palabros que aún recuerdo cómo aprendí. Tendría yo dieciséis años más o menos cuando leí en un periódico un escándalo acerca de un juez que prevaricaba. Aquello era una vergüenza, una lacra indecente, y como tal se vendía a la opinión pública. Este artículo podría haberse llamado de mil maneras: “Amiguitos en la ETSAM”, “Compadreo en la ETSAM”, “Cadena de favores”, “Posadas, Cabrero, León y otros chicos del montón”, “La conjura de los necios”, “Todo sobre mi compadre”, “Aquí te meto, aquí te quedas”… La cosa no tiene fin. Pero no, he decidido hablar de prevaricación, porque hay que ponerse finos y apropiados. Prevaricar es no venir a clase puntualmente, carecer de criterios de evaluación, evitar las revisiones, proponer exámenes ficticios donde nadie aprobará, enchufar a familiares y amigos (¿no os parece que hay apellidos que cansan?), y hacer todo esto al amparo de la junta directiva, rectores, consejeros de educación, ministros y demás familia. La prevaricación se extiende de amigo en amigo y pudre la sociedad hasta la médula.
Desde mi punto de vista, el problema
comienza cuando una persona disfruta de cierto poder y autonomía en su
puesto de trabajo. La ilusión que podría tener cuando accede a su cargo se
pierde poco a poco ayudada por la dejadez administrativa y el total
descontrol. Es entonces cuando se va tanteando hasta dónde puede uno
llegar sin sufrir consecuencias. Y la sorpresa es grata, pues puedes
llegar tan lejos como te lo propongas y en muy contadas ocasiones te
llamarán la atención. Sin embargo, esto no sucede. Y os voy a comentar por qué:
Desde que se entra en este corrupto
mundo arquitectónico (concursos, inmobiliarias, constructores, políticos…
la crem de
la crem) hay tres tendencias
básicas a seguir: De este modo, desde el primer día en que se pisa esta escuela (y algunos desde mucho antes) la máxima aspiración de la mayoría es acceder al mundo de la prevaricación, asumiendo este delito como algo normal. Un profesor de bachillerato tiene que opositar para acceder a una plaza; sin embargo, a un profesor de universidad le basta tener amigos.
He hablado con algunos profesores
competentes acerca de este tema, y se muestran en total desacuerdo, pero
sin embargo prefieren pasar de todo y se limitan a afirmar que la culpa es
de los alumnos porque tragamos con todo lo que nos echen. Sólo sé que el precio de los créditos sube como la espuma, y sin embargo la calidad de la enseñanza empeora. Cada crédito que pago me otorga unas horas de clase que nunca se impartirán. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que esto va mal. Hay gente que sobra y otra que falta. Sobra mucho compadreo y falta seriedad. Sobra informalidad y faltan ganas de enseñar. Sobran todos los nombres de las listas que corresponden a todos los profesores que faltan a clase y, en general, sobra todo aquel que no esté dispuesto a cumplir con su labor docente. Albaralto. 2006.
¡Polillas fuera!
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Sé que es mucho pedir que una clase de proyectos tenga un enfoque objetivo. Sé que es mucho pedir que en las entregas se evalúe la arquitectura y no el diseño de la lámina. Sé que es mucho pedir que en una corrección no se quejen de tu árbol, del banco de letra que has escogido, o de tu diseño de cota. Sé que es mucho pedir que en una corrección te digan si el espacio que has proyectado para una función dada, está bien dimensionado, bien ventilado, bien articulado, etc…. Sé que es mucho pedir, que cuando por fin entran al trapo, y se dignan a hablar de cómo se proyecta un edificio, no se reduzcan a una pequeña parcela estético-compositiva, sin intentar integrar todas las demás disciplinas. Aunque, ¿qué cabe esperar de un profesor de proyectos?, básicamente hablan y hablan con soberbia y prepotencia de cualquier cosa de la que no tienen ni puta idea. Sé que es mucho pedir que un profesor de proyectos se prepare una clase. Sé que es mucho pedir que, cuando se dignan, las charlas que nos meten no hablen tanto del “aborto de la gallina”, sino de buenas soluciones de buenos proyectos de arquitectura. Sé que es mucho pedir que cese la dictadura de la estética y, que además de valores estéticos, nos formen con valores igual de importantes, como la funcionalidad, la economía, la viabilidad constructiva,……, o cualquier otro puto valor que no sea machacar a tu compañero en la competición de ver quién llega primero al papel cuché para crearle a la multinacional de turno su imagen corporativa. Lo más gracioso es que luego la mayoría vamos de “progres”, súper de izquierdas, mazo de izquierdas. Sé que es mucho pedir que retiren la placa del generalísimo Franco, la cual conmemora que 1943 tuvo que reconstruir la escuela. Sé que es mucho pedir que si no la quitan, pongan otra a su lado que diga que fue precisamente Franco quien la tiró abajo. Sé que es mucho pedir que el alumnado de la escuela, pese a no parar de quejarnos, no movamos un puto dedo para cambiar las cosas. Pero lo que no es mucho pedir, digo yo, es que un profesor de proyectos te trate como un ser humano y con respeto. Pues bien, el otro día el señor Andrés Cánovas, profesor de proyectos 8 y 9 de esta escuela, en la cátedra de “Casas”, le faltó al respeto a un compañero, que nos mostró su opinión en clase. Dijo, palabras textuales: “……tú pagas para que yo te diga lo que tienes que hacer,... si yo te digo que remes, tú tienes que rema...”. Compañeros, ¿Dónde vamos a llegar?. La actitud de esta persona tiene un nombre, totalitarismo. Sinceramente, me da miedo que una persona así ocupe un puesto de responsabilidad en la sociedad, y más en el campo de la educación. Desde aquí hago un llamamiento al alumnado de la escuela. No dejemos que nos falten al respeto en clase, sobre todo en las clases de proyectos. No tengamos miedo en hacer callar a un profesor, si lo que está en juego es nuestra dignidad o la de un compañero. No tengamos miedo en decirle a un profesor que se prepare las clases cuando no lo hace, ellos no se cortan un pelo en decirnos que no trabajamos o que es una mierda lo que hacemos. Puede que nuestro trabajo sea una mierda, pero nosotros no lo somos. Barco. 2006. |
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Ayer vi un documental en la 2, de esos tan cultos que echan en esta cadena que hablaba de la importancia de lo nuevo en nuestra memoria, es decir, cómo recordamos con más facilidad aquellas experiencias excepcionales que el resto de ocupaciones cotidianas. Nada más ver esto dije: ya está, me lanzo, me lanzo de nuevo a la carrera periodística croquense, sí.
Parece ser que es en
torno a nuestra edad cuando se archivan para siempre en lo que es nuestra
biografía los mejores momentos, nuestros años, porque es cuando vivimos
más intensamente. Ni qué decir tiene que yo no vine aquí para contaros el
documental, pa' eso mejor lo veis vosotros. Lo que pasa es que ahora yo
voy de sabio por la vida y al ver lo que ya dije que vi en la 2, es como
si me embarazara de ideas afines que os cuento al estilo pazo.
A estas alturas
arquitectónicas cada uno tiene su experiencia de aquel día que empezó la
carrera, el primer día que conocimos el museo o la chaqueta de Maria Jesús
de Coca cola (profesora de dibujo). Ahora ya los amigos están formados más
o menos; cada uno tiene sus técnicas o su modus operandi para aprobar las
asignaturas; que de hecho es la finalidad de estar aquí. Bien, pues todos
estos mecanismos que nos curan de espantos están muy bien. Lo que yo
vislumbro es que la inteligencia usada para llegar a esta posición en la
que estamos ahora está abandonada. ¿Qué ha pasado?
¿Por muy contradictorio
que parezca no es un horror acostumbrarse a ser alumno de arquitectura?
¿Se puede ejercer la disciplina del dejarse llevar y ser alumno de
arquitectura fantástico? Tranquilos, siempre nos quedará Lucía Bosé.
Nuestra vida es un
anuncio de televisión, te acuerdos de los hechos con gancho. Es eso lo que
estudian esos capullos, mensajes como “¡qué bien, qué bien, hoy comemos
con Isabel!” se meten en la cabeza de todos sin pedir permiso y uno se
acuerda de eso y no de las vivencias. Cerrando este artículo del siglo XXI, quiero decir como conclusión que todo lo expuesto me lleva a pensar que en todo lo que hacemos es más importante el CÓMO que el QUÉ de lo que hacemos. Voy a poner un ejemplo, a modo de anécdota de la abuela.
Hace casi tres años,
vino a Madrid una cantante pop latina cubano-americana de la que soy fan.
Estábamos en un hotelazo cerca de las cortes todos los que sienten lo
mismo que yo por ella o algo afín. Llegó y la avasallamos para que nos
firmara los discos, qué maja era. Tenía allí un guardaespaldas cachas y un
poco viejo que controlaba el asunto. Por allí andaba también Emma Penella,
que por si no sabéis quién es, es la que dice:"Váyase señor Cuesta,
váyase" en la serie. (Digo esto para crear ambiente de anécdota de la
abuela, ya sabes). Ni qué decir tiene que está dedicado a Lucía Bosé. Asturianín al pil-pil. 2006.
Siempre nos quedará ELLA
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I CONCURSO DE RELATOS CORTOS DEL CROQUE:
COMENTARIO DEL JURADO
¡Por fin tenemos a los ganadores! Y ha tenido mérito, porque el proceso de selección ha sido arduo y agobiante.
31 de diciembre de 2005.
Terminaba la prórroga del plazo de entrega. Comenzaban las votaciones por
mensajes SMS al móvil secreto del Croque. Debido a este trágico acontecimiento, nos vimos obligados a pasar al segundo protocolo de selección fijado en las bases del Concurso (“Dedazo de Aznar” in memoriam). Pero como era esa época en la que... quitan el cartel de luces que se mueven... y ponen a una señora con bolsas que va muy alegre... pues lo dejamos pasar mientras nos comprábamos 500 calzoncillos made in India que nos oprimieron los testículos hasta su incineración por prescripción facultativa. (Esto es verídico a tope). Luego eran los exámenes (que no hicimos, pero sigue siendo muy buena excusa) y luego que la abuela fumaba. Ya no hay que esperar más. Lo ha dejado. Por todos estos hechos nuestro veredicto se ha hecho esperar tanto, pero sin más dilación se lo comunicamos al mundo: Primer Premio: Un minuto de vida, autor Miracle Max. Este relato nos ha parecido el más interesante porque refleja de un modo bastante agridulce los deseos de todos nosotros, o al menos de algunos. Segundo Premio: Dos casitas (o no), autora La Precaria. Este otro relato ha sido seleccionado por su mordaz visión de los mitos de la arquitectura moderna. Tercer Premio: El collar de tapas de boli bic, autor Nomedatiempo. Por haber tenido el valor de introducir el amor (fo) entre la crisis de los plótter y la ansiedad de los alumnos. Por último, hemos añadido el Premio Fanta, patrocinado por KAS (empresa originaria de Vitoria pero que fue comprada por la Pepsi para que no volviera a patrocinar al equipo de baloncesto de la capital alavesa). Como nos pareció un premio tan innecesario y estúpido que ni se nos había ocurrido al hacer las bases, hemos resuelto otorgárselo a Ineptitud, un relato claramente fuera de concurso pero que encaja en su caja. Los ganadores estén atentos a sus e-mails donde recibirán un corrupto documento donde se les citará para la entrega de los súper premios. El Croque. Marzo de 2006. |
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El terror a la hoja en blanco empieza ahora ,justo en el momento en el que
voy a escribir el relato más importante de mi vida hasta la fecha.
Perdónenme televidentes, por favor, pero lo que más ansío ahora es gritar,
un grito orgásmico que me libera de mi ineptitud a la escritura.
De
tantas cavilaciones de todas las cosas de la vida que me han llevado a ser
lo que veis en mí, voy a contaros un secreto, todo es mentira, no tengo
ningún criterio fundado arquitectónico, cuando veo arte con letras
mayúsculas, para mí tiene la misma categoría que ver a Concha Velasco
vieja haciéndose la interesante.
Pido perdón a estos
humildes lectores que sólo pretenden entretenerse con un relato
arquitectónico, a veces no puedo controlar a mis egos de segunda, mi
miseria, porque el hecho de vivir en sociedad corrupta que se debate entre
la verdad y lo que debe ser.
Me
tumbo en la hierba y respiro; qué gusto después de andar tantas horas,
siento descansar mis riñones, y también siento cosquillas en los pies de
placer del descanso que les doy. Asturianín al pil-pil. 2005. |
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UN MINUTO DE VIDA (PRIMER PREMIO)
Acaricio lentamente el lomo del libro de Alejandro de la Sota que sostengo en mis frías manos. Llevo ocho años y diez meses encerrado en mi zulo haciendo una entrega de construcción: obra gruesa que se me antoja eterna... Por las noches sueño con viguetas y durante el día mi anémico cuerpo carente de esperanzas las dibuja. La última vez que vi a mis amigos aún tenían pelo, pero ahora... Abro el libro por las primeras páginas y dejo que Sota me vuelva a hacer amar la arquitectura, pero donde antes veía textos maravillosos ahora sólo veo un nubarrón... maldito astigmatismo.... -Oh, Sota, hazme amar la arquitectura... Ante mis ojos se arremolina la imagen de un señor bajito, vejete y calvo... me suena de algo... -Hola, amigo, soy Alejandro de la Sota, y vengo a concederte un deseo Al principio no soy capaz de creerle, pero con cara de resignación dibuja un croquis del su vivienda en Alcudia en el margen de mis apuntes de Mates I, y veo la luz... Cierro mis ojos durante un segundo y reflexiono seriamente sobre lo que voy a decir. Entonces lo digo. Y él contesta: -Como desees... * * *
Abro los ojos, y estoy
tumbado mirando al cielo... Esto es el paraninfo... Lo sé por el olor a
porro y cerveza que me rodea, y por la música de fondo, y el césped entre
mis dedos... Me recuesto a mi izquierda y acaricio el tercio de cerveza
que sostengo en mi mano. La saboreo lentamente y pienso sobre la
inmensidad... pero no me sale, yo no sé pensar en eso... en vez de
rallarme pienso en mi novia, la preciosa chica que me mira por encima de
su mini. Acaricio su pelo y me sumerjo en el sabor de malta de sus labios, en el olor de su champú... Mañana es sábado y tengo dos días enteros para disfrutar de la vida... Me encanta ser quien soy... * * * -Dijiste sólo un minuto.... * * * El monitor de mi portátil aparece ante mi deslumbrándome... En la pantalla hay una ventana de messenger de hace seis meses que pregunta "q tl la ntreg?"...Ya no me sale la sonrisa sarcástica... Mientras me acostumbro al zumbido del ventilador y a la oscuridad de mi zulo me pregunto qué ha pasado. Sea lo que sea, sé que es verdad porque hay un croquis precioso en mis apuntes de Mates I, pero no recuerdo nada. Bueno, es igual... Mañana es sábado y tengo dos días enteros para dibujar bovedillas... La entrega no espera. Mi vida sí... Miracle Max. 2005. |
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DOS CASITAS (O NO) (SEGUNDO PREMIO)
Había una vez un proyecto con maqueta de cubitos de metacrilato de colores que se combinaban según un sistema de tetris, o mejor, de pixelación... que convertía la fachada en una superficie filtrante de luz y espacio de gran sobriedad y limpieza. Las circulaciones se resolvían magistralmente por medio de una torre de comunicaciones verticales situada a ¾ del extremo de la fachada principal. En segundo lugar, porque habría sido una aberración hacer un proyecto simétrico y en primero, porque ¾ es la proporción entre la velocidad de vuelo de la mosca tsé-tsé y la tasa de natalidad del escarabajo pelotero estando ambos expuestos a una temperatura de 40ºC; habiendo sido el estudio de estos insectos el origen del germen espiritual del espacio proyectual. El acceso al edificio se realizaba a través de una pequeña plaza en la que se recorría una ingeniosa promenade arquitectónica en rampa, basada en los espacios y recorridos descubiertos al seccionar una col de Bruselas. También se disponía de espacios verdes para parque infantil.
El muñequito de dar
escala vivía feliz es este edificio, paseaba por la plaza, disfrutaba de
su terracita (o espacio abierto-privado) creada por el hueco entre
píxeles, y disponía de una vivienda flexible gracias a los paneles móviles
que le permitían aislar el cuarto de baño o dejarlo abierto al salón. El edificio era una perfecta máquina de habitar en la que todos los muñequitos de dar escala posaban felices. * * * Había una vez un edificio que tenía algunos huecos misteriosos en su fachada. La mayoría de ellos habían sido cerrados para crear galerías que dotaran de un poco más de espacio a las viviendas. Pese a la prohibición de estropear la sobriedad y limpieza de la fachada, hileras de ropa de los más variados colores, tamaños y texturas colgaban de todas las ventanas reflejando la vida que había en el interior de cada vivienda.
Los habitantes subían a
sus casas por la escalera de incendios, que había sido añadida ya que no
se cumplía la normativa CPI 96 y que pillaba mucho más a mano que la
principal.
Uno de ellos fumaba su
primer cigarro con un amigo escondido en la escalera principal, por donde
nadie pasaba, mientras su hermano perdía la virginidad con una vecina dos
años mayor dos plantas más arriba, en la misma escalera. La Precaria. 2005. |
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EL COLLAR DE TAPAS DE BOLI BIC (TERCER PREMIO)
El calor comenzaba a ser agobiante. Aquel zumbido rítmico de fondo le empezaba a oprimir los tímpanos. Odiaba aquel maldito sótano mal iluminado. Le quedaban 20 minutos para explicar delante del Consejo el porqué de su existencia durante los últimos 4 meses. Le faltaba todo, el oxígeno, las horas de sueño, ver alguna de sus metas cumplidas. Si por lo menos hubiera tenido suerte con ella… Uno de los zumbidos cesó momentáneamente y atrajo su atención, pero una multitud murmurante le disuadió de acercarse; su hora todavía no había llegado. Quería tener éxito por una vez, estaba ya bastante frustrado, no le quedaba tiempo para nada. El tiempo corría, ya solamente quedaban 15 minutos. Una sensación mezcla de impotencia, ira y hastío empezaba a recorrer como descargas eléctricas discontinuas su organismo. Los zumbidos crecían de ritmo y los murmullos comenzaban a ser ensordecedores. La venilla de la sien le latía contra el temple agitadamente. 12 minutos, no lo iba a lograr. Tendría que entrar en el terreno de las ninfas implorantes. La imagen de ella volvió a materializarse en su cabeza, ¡a ella se le daba tan bien! 7 minutos, uno de los zumbidos comenzó a chirriar arrítmicamente y se paró. Los murmullos se convirtieron en una masa enloquecida que se dirigía sin control hacia la fuerza ordenadora. No podía más, se empezó a derrumbar. Gotas de sudor le corrían por la nuca y sus párpados que llevaban 48 horas sin cerrarse se fundieron con su globo ocular en las cuencas hundidas de sus ojos. NO LO CONSEGUIRÍA, iba a fracasar otra vez. Entonces, de repente, le pareció que el tiempo se paraba, una suave brisa le refrescó la cara y las ideas y sintió como la cafeína volvía a correr por sus venas. Los asquerosos tubos fluorescentes se convirtieron en focos de teatro que iluminaban un pasillo por donde pasaba ELLA. Comenzaron a sonar notas de una canción de Barry White. La deseó intensamente, desde las suelas de sus zapatillas azul eléctrico pasando por su suéter a cuadros verdes y azules y su minifalda de lana con mallas negras debajo. Y en un rapto de pasión quiso arrancarle con los dientes su collar de tapas de boli bic. Comenzó a moverse hacía ella a través del pasillo de luz. La música subía de volumen, y notó como todos los murmuradores se callaban y se apartaban de su camino mirándole. Por fin llegó hasta ella, la cogió por la cintura y le dijo: “Ven, vámonos de este antro de perversión, se ha jodido el último plóter y tú tampoco vas a poder entregar. Ya no tengo nada más que perder, y tú tampoco. Ven conmigo e iniciemos una vida lejos de aquí, te amo, te necesito, siempre te lo he querido decir, pero nunca me he atrevido hasta ahora” Ella le miraba arrebolada, no sabía qué decir; gorjeaba palabras inconexas y sus ojos se salían de sus órbitas. Un silencio sepulcral reinaba entre todos los murmuradores que les miraban atentamente. Por fin titubeando ella comenzó a decir: “¡Joder tío! ¡Que mal estás! ¿Cuántos días llevas sin dormir? ¡Bajaba a decirte que han aplazado la entrega a pasado mañana, vente conmigo a la cafetería anda!” Nomedatiempo. 2005.
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EL DÍA QUE SECUESTRARON A JUAN NAVARRO BALDEWEG
Capítulo III: EL RETORNO DE JNB
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-¿Recuerdas cuando estuvimos en Ronchamp? - comenzó El Sopas -. La oscura cripta subterránea, y esa maldita inscripción, la he vuelto a ver, en Egipto, en la Cámara del Arquitecto. No puede ser una coincidencia, la letra era idéntica, y su aspecto… - Estupefacto, el Humilde Estudiante comentó: – Pues el otro día presencié un secuestro que podría estar relacionado con todo esto -. Y nuestro amigo relató, lo mejor que pudo y con ese halo de misterio que aporta la cerveza cuando comienza a subir, todo lo que ocurrió aquella semana en la M.E.A.M.E. (Mejor Escuela de Arquitectura del Mundo Entero). – Entonces, ¿crees que se trata de Juan Navarro? - preguntó el Sopas –. Estoy seguro, además tengo pruebas –. El ambiente descafeinado comenzaba a ponerse interesante, cuando el Humilde Estudiante sacó una fotocopia del bolsillo –. Encontré esto en su despacho y debe ser importante, porque toda la cátedra lo está buscando -. El Sopas tomó la famosa lista robada del despacho de Navarro y la leyó mientras saboreaba el tercer mini de cerveza (gentileza de la casa) -. ¿Insinúas que se trata de un secreto que ha perdurado desde el antiguo Egipto hasta nuestros días? ¿Sabes lo que estás diciendo? -. Escéptico, El Sopas devolvió la copia -. ¿Por qué no?, una secta mundial en torno a la M.E.A.M.E., seríamos portada del Pasajes, “La Escuela de las cabezas cortadas”-. El Sopas no se lo creía -. Pero, ¿Qué coño significa J.N.B.? -. La mente del Humilde Estudiante volaba, - Jack Daniels, Johnnie Walker, no… ¡Ya sé! Justerini `n´ Brooks -. ¿Una secta con nombre de whisky? ¿Adoradores del JB? -. El Sopas empezaba a pensar que todo esto era debido a la mezcla de la cerveza con la Leche de Pantera, que no debía de ser muy buena para el tracto intestinal.
- Además -, añadió
El Sopas, - ¿qué tiene que ver toda esta parafernalia
con el lío del secuestro?, ¿Para qué carajo querría
alguien llevarse a Juan Navarro? -. Buena pregunta. –
Una voz de ultratumba resonó a sus espaldas. El hombre
encapuchado se había levantado de su mesa y les
hablaba con voz firme. No habían reparado en él, y por
tanto no sabían por cuánto tiempo llevaba escuchando.
Sin inmutarse, prosiguió hablando. – Don Juan no fue
secuestrado. Simplemente fingió su secuestro para
desaparecer. Esa secta de la que habláis no es sino un
grupo de arquitectos altamente cualificados que, desde
tiempos remotos, siguen desde la sombra la evolución
de los estudiantes de la que llamáis M.E.A.M.E. Hace
ya bastantes años, un estudiante destacó sobre los
demás sorprendiendo incluso a los catedráticos más
veteranos, y la organización lo captó para que formara
parte de sus planes. Se le pagó una educación extra
(ahí aprendió a creer que sabía) , se le otorgó un
puesto de becario en una de las cátedras (ahí aprendió
a putear) y consiguieron situarlo en lo más alto con
un puesto de catedrático (ahí aprendió a no hacer ni
el huevo). – Yo soy Juan Navarro -
Los
estudiantes no podían salir de su asombro, y se miraban sin saber qué
decir. Uno de los hombres de negro tomó la palabra. - Señor Navarro, así
es. Una lástima que el mejor de sus intentos también haya sido frustrado
-. ¿Cómo? – se sorprendió el catedrático derramando gran parte de su
preciado whisky.
– Es
cierto que usted estudió en la Mejor Escuela de Arquitectura del Mundo
Entero, y que pasó a formar parte de nuestros planes, pero no a cualquier
precio. Implantamos en usted genes extraterrestres que nos permitieran
controlar su mente sin que usted supiera nada. Todo esto no tendría que
haberle sido dado a conocer, pero la situación se ha vuelto insostenible.
Ahora debe acompañarnos. - Pero, entonces, – inquirió el asustado
catedrático - ¿quiénes sois? ¿De dónde habéis salido?. En cuanto a vosotros, - volvió su cabeza y miró a los dos estudiantes, - seréis admitidos en nuestra organización, pasaréis a ser de los nuestros. Vuestra primera misión, la más importante, será la de relatar lo que habéis presenciado aquí. Desvelad nuestra identidad al mundo. El destino de Juan no será tan prometedor. – En su cara se dibujó una tímida sonrisa y, tomando al catedrático por el brazo, comenzó a caminar hacia la puerta de salida del local. Se volvió tan sólo para pronunciar sus últimas palabras:
-Ésta
no será la última vez que nos veamos. Recibiréis noticias tan pronto como
nos sean necesarios vuestros servicios. Hasta entonces, id en paz y estad
seguros de que, ya sabéis toda la verdad... O puede que no -. * EPÍLOGO * A su regreso a la Mejor Escuela de Arquitectura del Mundo Entero, ambos estudiantes escribieron el relato que aquí se muestra, tras lo cual no volvieron a hablar de lo ocurrido aquella noche. De Juan Navarro sólo se sabe que, dos semanas después, fue hallado entrando a su estudio con total normalidad. Algunos testigos aseguran que su comportamiento sigue siendo el de siempre, y que aquella ausencia no fue más que uno de tantos viajes que acostumbraba a hacer para resolver “asuntos propios”. - JNB a Nave Nodriza. Todo está en orden. El plan continúa según lo acordado. LA INVASIÓN HA COMENZADO.El Sopas & El Humilde Estudiante. 2006. |
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