Volver a la Croqueteca

El Croque  nº 12

(mayo 2005)

Pulsa aquí para verlo en PDF

(Para regresar a esta página, presiona luego "atrás" en tu explorador)


"calle de la comadre,
de arriba a abajo,
no hay mujer que no tenga
marido y majo
"

UNA EDITORIAL IDEAL

EL ESPÍRITU CROQUE ESTÁ EN TODAS PARTES

NO OLVIDAR

PROFESIONALES

EL COLUMPIO

LA IDEA (MONOGRÁFICO)

EL TERCIO ES LO QUE MUEVE EL MUNDO

GUÍA DE RECONOCIMIENTO DEL "LUGAR" Y MANUAL DE ACTUACIÓN

ENCICLOPEDIA CROQUEUSSE

LA POLÉMICAAA #8: MEMORYCOPY

EL RINCÓN DE PAZO #10: CALENTADOR CALENTADO

EL CROQUEGRAMA #3

 

UNA EDITORIAL IDEAL

    Caminamos por la penumbra de la Caverna de los Bedeles (ya desalojada). En una radio aún suena la voz grave y apagada de un locutor ruso. No sabemos lo que dice, pero podemos percibir la sabiduría que irradian sus ondas hertzianas. Y de sus palabras brotarán los pilares de la Nueva Arquitectura.

    “En mi laboratorio de Nuevos Materiales, reutilizando una huevera y un cartón de vino peleón, he llegado a la fórmula exacta. Mi ayudante (ese estudiante con grandes frustraciones y ansias de mucho más) continúa buscando en su rueda de hámster a escala humana. La máquina de tracción-compresión tracciona y comprime las cifras hasta llegar al resultado.

∑ horas invertidas x (investigaciones superfluas) = ∆ ((sinrazón mental) x 8) Þ

Þ ø(culo) ≠ normal ± oveja en celo > tubería de Cu galvanizada Þ

Þ ∫ (todos los alumnos con ansias de mucho más) d(ansias) ≈ x Þ

Þ x Îcagada arquitectónica, normalidad de siempre= (algo que merezca la pena))

(algo que merezca la pena) Ë (lo que funciona) Ì (varias escaleras)

    Por otra parte, el estudiante ayudante nunca conseguirá sacar adelante su modulación de cartones de vino peleón. Su rueda de hámster es demasiado grande. Tiene 95 cm y no pasa por las puertas del profético Laboratorio. Su vida será desgraciada pero sus ansias nunca cesarán.

    Al mismo tiempo, en mi laboratorio de Acústica avanzada me espera ese otro estudiante que padece obesidad mórbida. Está haciendo resonar sus tripas para producir nuevos efectos sonoros que producirán espacios templados, calientes y fríos (0ºK). El pobre iluso no sabe que la verdad está fuera de las hamburguesas. No cabrá tampoco por la puerta.”
    (Traducido del ruso por Sor Sibrinka Sedespetronka, hermana emérita de Torre de Oñate)

    Y aquí estoy yo, escuchando la radio. Amando carnal y mecánicamente al receptor. Llenándome de sus profecías que no entiendo pero que seguiré transmitiendo toda mi vida.

    La idea de mi vida. Ahora ya puedo resumir mi vida con tres palabras. Claras y únicas. No es simple: es perfecto. Síntesis conceptual de la cual partir y sobre la cual basar todas mis actuaciones. Justificación. Argumento con el que sometemos las “banalidades de la vida” (que, bueno, casi me cansa hablar de ellas): experiencia, pensamiento, sentimiento e idealismo. Banalidades que sólo cobran sentido y lugar con una idea que las gobierne. No es simpleza, es el colmo del delirio sistemático.

    Los espacios templados, calientes y fríos (0ºK) es una investigación compleja a la que creo dedicaré mi vida a partir de ahora. Zanussi me lo agradecerá, tendré éxito, me harán canciones, ligaré envezcuando en la sección de línea blanca de Almacenes Arias. Mi vida será resumida en un fotomontaje, para que se entienda de un solo vistazo. En la imagen, ocho monjas, culo en pompa, falda levantada y relucientes nalgas unas calientes (hum) y otras frías (hurg) (a una temperatura media de bulbo Evax húmedo 0ºC y cono de Brahms si bemol opus 100-44).

El Croque. Mayo de 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

EL ESPÍRITU CROQUE (está en todas partes)

    Rebuscando en los archivos polvorientos de Torre de Oñate, nuestra querida Sor Prendida ha localizado la prueba irrefutable de que lo que estamos haciendo en estas páginas no es más que el último episodio de una larga telenovela en la que distintas generaciones de arquitectos se han desahogado bien a gusto. Vean si no la joyita que una vez escribió nada más y nada menos que don Miguel Fisac ante un conflicto que tuvieron los estudiantes de Proyectos III con la cátedra de Javier Sáenz de Oiza, allá por 1975.

    “Los profesionales (carta de Miguel Fisac)

    [...] 1º No he tenido –ni tengo– vocación hacia la Enseñanza, que considero ocupación nobilísima que exige mucho entusiasmo y entrega. [...] Pero esto no quiere decir que no me interese por ella como problema capital para nuestra arquitectura y que no quiera ayudar en todo lo que me sea posible –aunque totalmente desvinculado de la Escuela– en la formación y el mejoramiento de los arquitectos y de la arquitectura. [...]

    2º En los primeros días del pasado mes de septiembre se presentó en mi Estudio el hijo de un amigo y compañero mío de curso, en una lamentable situación de desmoralización al no conseguir, después de intentarlo muchas veces, el superar la prueba de examen de Proyectos III, única asignatura que tenía pendiente para terminar su carrera.

    Esta situación me dio ocasión de conocer, en primer lugar, una actitud de selección hacia los alumnos que se examinan que me parece absurda, ya que cuando un estudiante ha cursado y aprobado todas, menos una, de las asignaturas de una carrera, no parece que sea el momento adecuado de decirle que no sirve para ejercer esa profesión. [...]

    3º El conocimiento de los detalles del examen del hijo de mi compañero, me deparó también la ocasión de comprobar que esos durísimos y trascendentales exámenes se realizan con la más absoluta falta de garantía ya que al alumno no se le somete a ningún control ni se verifica que sea él el que realmente realiza el proyecto de examen [...]

    4º Y mi mayor sorpresa como profesional de una disciplina universalmente reconocida como liberal, fue el comprobar también la tiranía intelectual a la cual se sometía a los alumnos induciéndoles a seguir una determinada expresión o tendencia arquitectónica formal [...] haciéndoles plagiar las banales elucubraciones gráficas de una arquitectura generalmente imposible de realizar, con toda clase de trucos efectistas: falsas fachadas, espacios distorsionados, etc. que sólo representan las piruetas ideológicas y seudoculturales de literatos de la arquitectura, más que propiamente arquitectos, y que seguirlas sólo puede crear confusionismo como se ha podido comprobar en recientes concursos de arquitectura.
    Por todo ello si he querido terciar en esta polémica, ha sido, ¡que quede claro! [...] porque defender hasta donde sea preciso, y con los medios que lleve consigo, la justicia y la libertad de expresión en la arquitectura, puede ser mi modesta aportación a una docencia que no he realizado directamente.

Cordialmente.”

Arquitectura & El Croque. 1975-2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

NO OLVIDAR

     Algún día la panda de enfermos que tiramos nuestro tiempo en este tugurio llegaremos a ser arquitectos en ejercicio, y ese día, es importante no olvidar.

     No olvidar nunca a los profesores que se inflaron la boca hablando de nuestro importante trabajo creativo, y que luego nos entregaron un listado de sendas prefabricadas y machacaron a cuantos osaron salirse de allí, porque hacia ya bastantes años que repetían el “creativo” como una coletilla, sin recordar qué puñetas significaba.

     Es muy importante no olvidar el momento en que vendimos nuestra alma a cambio de un aprobado y entramos en esas sendas, porque si no recordamos cómo entramos será aún más difícil salir.

     Es muy importante no olvidar a los que practicando el beso negro/lametazo intenso en nalgas sistemático en cada asignatura y cada faceta de su vida han llegado a triunfar, porque tener claro qué caminos no queremos recorrer es la clave para encontrar alguna vez un camino que sí nos guste.

     Es importante no olvidar a quienes creen que una idea vacía puede llenarse con palabras bonitas, recordar que es tan recomendable no pisar un “residuo orgánico de origen animal biológicamente activo ubicado inadecuadamente en un entorno urbano de uso público” como no pisar “una cagada de perro en medio de la acera”, y tener cuidado de puntuar las ideas y la labia y el buen hacer con puedan ir recubiertas en marcadores diferentes, aunque sólo algunos profesores se molesten en enseñarnos que ese matiz existe.

     No olvidar, de quienes nos enseñaron algo, fuesen profesores, compañeros o mendigos borrachos, a aquellos que si creían en lo que decían y habían destinado más de 5 minutos de su vida a pensar sobre las cosas antes de lanzarse a una frenética carrera sin sentido para acumular en sus cabezas lo que otros ya habían pensado por ellos. Yo creo que esos 5 minutos de lucidez de los que unos pocos humanos hacen gala son el único dogma que todos deberíamos intentar imitar. Quizás aprender a destinar esos 5 minutos a pensar por nosotros mismos sea lo más difícil de aprender, y lo que menos se enseña, porque una vez aprendido, aprender todo lo demás comienza a ser un asunto circunstancial.

     Es importante no olvidar que detrás del espacio, del ángulo recto, las células espaciales, la coherencia, la correcta presentación gráfica, la idea de proyecto y todas las demás abstracciones con que nos bombardean 27 veces al día, la arquitectura es creada únicamente para servir al ser humano, y si no le ofrece lo que desea en cada momento, sea belleza, funcionalidad o un estampado con nutrias chupando sandías; si, en resumen, no es capaz de hacer un poquito más feliz al que está dentro que al que está fuera, todo lo demás es un mugriento montón de mierda.

     Es muy importante no olvidar a los genios del pasado y del presente, que nos vendieron como estereotipos y adalides de lo ya hecho cuando no fueron sino grandes locos, no olvidar que a Le Corbusier o Mies, los mismos que ahora los encumbran como grandes capullos lamedores de ángulos rectos, les habrían crucificado gustosos de ser sus coetáneos por ir por ahí diciendo cosas rarísimas sobre usar el hormigón y el vidrio compulsivamente por primera vez en la historia.

     No olvidar que los que ahora intentan gozosos aplastar nuestra creatividad en nombre de la vanguardia y la revolución del Movimiento Moderno, por ejemplo,  son el mismo tipo de personas que a principios del siglo XX intentaron aplastar la creatividad de los vanguardistas y los modernos en nombre del academicismo y la revolución de la Ilustración, y así suma y sigue en el infinito baile de ideas de la humanidad, así que ojo, mucho ojo con cualquiera que quiera en general aplastar algo en nombre de algo (Incluido el subgénero de ameba drogadicta que firma este artículo).

     No olvidar que antes de hacerse pirámides sólo se construían mastabas, y que el primer intento de transición a una pirámide de caras planas es un engendro prismático que apenas se enseña a los turistas y que a punto estuvo de caerse, en cuyas cercanías aún se escuchaban las risas a costa del pobre tipo al que se le ocurrió, hasta que se construyeron las estupendas pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos y nadie pudo volver a reírse jamás de aquel hombrecillo. Recordar cada vez que alguien mire con desprecio y se ría de un proyecto nuestro (o nosotros lo hagamos con el de otro) que el camino del progreso está asfaltado con las risas de los idiotas y los tropiezos de locos bienintencionados, y que lo único que cuenta al final es haberse atrevido a recorrer un trecho, aunque las risas por nuestros tropiezos puedan apagarse un mes o trece milenios después.

     No olvidar que estos 5 años (¡ja ja ja ja!¡Ni de coña!) de estudio van a ser solo una anécdota más cuando miremos nuestra vida de lejos, y que están plagados de muchas cosas interesantes y tipos/tipas de quienes aprender, pero también de toneladas de capullos/capullas cargados de prejuicios que, nunca tengo muy claro si de buena fe o por verdadera mala leche, intentan incrustarnos en el cráneo esos mismos prejuicios, y que si ahora nos plegamos y nos dejamos rellenar tranquilamente de los mismos sin molestarnos en no olvidar nunca, quizás algún día al mirar la vida de lejos veamos que más que una anécdota, estos X años habrán sido una auténtica putada que nos transformó en palurdos incapaces de pensar por sí mismos aunque puedan citar cada obra construida en los últimos 300000 años y adornar sus plagios descarados con las más profundas reflexiones sobre el pollo frito y su juego metalingüístico con los monos aulladores del Orinoco que genera un espacio tan fluido como un bote de lubricante.

     En fin, pues eso: no olvidar.

 Diomedes de Cardia. 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

PROFESIONALES

    Una de las cosas que más admiro de los arquitectos es su capacidad para permanecer impasibles frente a la reducción de sus competencias. Supongo que sufro manía persecutoria, o quizá mi "quijotera" cabeza haya quedado maltrecha después de tantas noches sin dormir, porque llevo ya algunos años preguntándome el "por qué" y el "de qué posible manera" se está produciendo esta reducción de competencias.

    El porqué es obvio. No es ninguna novedad que el profesional tiende cada vez más a la especialización. Bajo mi punto de vista, esta especialización produce dos efectos. El primero sería un mayor rendimiento en la producción, lo que genera una mayor oferta, a costa de que los trabajadores posean una visión menos global del producto, lo que nos conduce al segundo efecto, un descenso de la calidad. Si la calidad es menor, el producto tendrá una vida más corta, se consumirá antes, y por tanto la sociedad demandará antes dicho producto. Se potencia así el esquema de mercado consumista.

    A mi juicio, este afán de especialización únicamente conduce a una reducción de competencias. La manera más efectiva de reducir el ámbito de trabajo de un profesional, es reducir el contenido formativo que este recibe en la universidad. Para ello se requiere de un plan de estudios acorde con este fin. El plan 96 ha sido todo un éxito a estos efectos.

    En primer lugar se comprimen los programas de asignaturas anuales a cuatro meses. Inevitablemente, el profesorado se ha visto obligado a realizar recortes de temario, desarrollando únicamente los contenidos más básicos de la asignatura y en un espacio de tiempo insuficiente. El que padece esto no es otro que el alumno, ya que tiene que soportar un gran volumen de trabajo constante a lo largo del cuatrimestre puesto que además de recibir una formación mutilada, la recibe a "presión", porque no hay tiempo físico para impartirla, y mucho menos para asimilarla.

    En el caso de la arquitectura, es difícil previamente decidir cuál puede ser la especialización de un arquitecto, dado que serían muchas, al tratarse de una carrera multidisciplinar. Nos guste o no, alguien ha tomado ya esa decisión hace tiempo. La especialidad de un arquitecto de hoy, a efectos de lo que se estudia en la escuela, parece ser la estética, delegando los conocimientos y responsabilidades del resto de las disciplinas que conforman la arquitectura a otros profesionales, como ingenieros, calculistas, etc...

    No obstante, el consuelo más común por parte del profesorado, e incluso de muchos de mis compañeros suele ser: "Bueno..., no te preocupes, ya aprenderás cuando comiences a trabajar". Perdónenme, pero yo soy de la opinión de que existen ciertos conocimientos teóricos de los que precisa un arquitecto en su vida profesional, que si no los estudia en la universidad, difícilmente los va a aprehender trabajando. También se suelen decir cosas como : "... Un arquitecto sabe un poco de mucho, pero nada de algo concreto". Esto en principio me parece bien, pero como nos descuidemos solamente van a consultar a los arquitectos para elegir el color de las paredes.

    Así, hoy por hoy, los alumnos de la escuela, en lugar de reclamar una educación íntegra, y conferirle la misma dedicación a todas y cada una de las materias, dado que todas ellas nos convierten en profesionales, invertimos la mayor parte de nuestro valioso tiempo de arquitectos, a un reducido número de asignaturas de corte más gráfico, en las que ya ni siquiera nuestro proyecto es lo más importante, y mucho menos que funcione, como sería lo más lógico. Dicha importancia se la arrebatan las utópicas ideas de un alumnado fascinado por la imagen.

    La mayor parte del profesorado de proyectos, muy lejos de cuestionarse este hecho, alienta y estimula, a un competitivo alumnado, a llegar el primero a la revista de moda. Opción muy respetable para quien la quiera. Pero aunque toda la escuela quisiéramos ser "arquitectos-estrella", dudo mucho que cupiéramos todos en el papel cuché.

    Entonces, todos aquellos que no queramos o no consigamos llegar a la elite, ¿qué tipo de formación habremos recibido?, ¿qué calidad tendrá la arquitectura que hagamos?

    Sr director, catedráticos, profesorado, compañeros, el grado de calidad urbanística de nuestras ciudades no se mide por el grado de representatividad de sus edificios singulares, sino por la calidad que alcancen el conjunto de sus edificios. Todos y cada uno de ellos juegan un papel fundamental en la ciudad, por lo tanto, todos y cada uno de los estudiantes, de esta y de otras escuelas, necesitamos asumir nuestra pequeña parcela de responsabilidad en esta tarea, y difícilmente se conseguirá bajo la visión tan individualista con la que se concibe actualmente nuestra formación.

    Con humildad, y en nombre de la arquitectura, os invito a ejercer nuestro derecho. Exijamos que nos impartan una educación íntegra a todos aquellos alumnos que antes de ser genios, simplemente queremos ser buenos arquitectos. Buenos profesionales.

Barco. 2005.

 

 

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

EL COLUMPIO

    El otro día paseando por Madrid encontré un pez color caqui que intentaba salir de una alcantarilla mientras decía:

    - ¡Agonizo, agonizo!

    Me di cuenta de que el tipo estaba bien jodido, pero no hice nada.

    Al cabo de dos días volví al mismo lugar y encontré al pez muerto. Le saqué una foto y se la envié a sus padres explicando lo sucedido.

    Ayer, mirando unas esculturas en un libro de los de arriba, encontré un columpio parado. Miré la foto del pez color caqui y vi lo quieto que estaba. Al mirar de nuevo el columpio noté que parecía que se movía. Luego se lo comenté al extremeño y me dijo:

    - ¿No estarías moviendo la cabeza de un lado a otro mientras mirabas la foto del columpio?

    Y enseguida volví rápidamente a mirar la foto del columpio mientras me sujetaba la cabeza. ¡No! ¡Otra vez parecía moverse!

    Llamé a los padres del pez color caqui para explicarles la situación. Me informaron sobre un filósofo que había desarrollado una teoría en la que la intuición era el único medio posible para llegar a comprender el tiempo no como una sucesión de instantes, sino como algo perfectamente continuo, que tal vez yo estuviera en ese punto en el que una simple foto me reflejaba intuitivamente el movimiento que de ella se generaba. Yo les pregunté que por qué al mirar la foto de su hijo no podía hacer lo mismo y regresar en el tiempo para poder ver otra vez el momento en que “caqui” decía: “¡Agonizo, agonizo!”, y ellos me dijeron que eso era distinto, que en esa foto el movimiento no estaba implícito; yo les dije que claro, que su hijo estaba demasiado jodido como para moverse ni tan siquiera un poquito, o que seguramente se movía tan poco que no se podía apreciar en la foto.

    Al colgar fui directamente a buscar algo del filósofo del que me habían hablado:

    “Cuando la inteligencia quiere representar el movimiento lo descompone en fragmentos inmóviles superpuestos.” (¡Inmóviles!) “Sólo la intuición es capaz de reconocer el tiempo como un continuo.”

    Cada cual que saque lo que quiera, pero yo creo que lo que me pasaba es que estaba mirando la foto sin usar mi inteligencia. Y allí regresé, dispuesto a usarla.

    Me puse frente a la foto e intenté concentrarme. Pero el columpio parecía seguir moviéndose. Todo el mundo parecía perfectamente concentrado y sin embargo yo… Seguí hojeando el libro, el resto de fotografías que en él había, pero esta vez nada se movía. Intenté suprimir toda mi inteligencia (mmm…..), pasaba las hojas haciéndome el tonto, para encontrar el movimiento en las imágenes, pero nada parecía moverse. En ese momento pasó la Mari y me tiró el libro con su culo. Lo recogí, y de nuevo se quedó abierto por la página del columpio, pero esta vez estaba al revés. Sonó un estruendo en toda la sala. Me volví hacia el resto y mientras me ponía rojo rojísimo, me disculpaba diciendo que se me había caído el columpio.

    Cuando llegué a clase de Proyectos y le conté al profesor todo lo ocurrido, me dijo que tal vez me tenía que fijar en algún otro elemento más estático, como por ejemplo el urinario de Duchamp. Pero cuando adiviné que su traducción era “del Campo”, “Marcelo del Campo”, le miré indignado y le dije que no entendía cómo un hombre de campo había hecho un urinario pudiendo mear en cualquier árbol.

    - Me quedo con el columpio.

Guaynot. 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

LA IDEA (monográfico)

    INSTRUCCIONES DE DESUSO

    Lea con detenimiento la miseria aquí escrita. Como podrá comprobar, es un monográfico sobre la idea. Si Vd. desea colaborar con nosotros en el próximo número y ver su patética escritura publicada, estese atento a los descansillos de la escalera y demás rincones donde no quitan los carteles. Allí informaremos del caprichoso tema que elegiremos arbitrariamente porque nos da la gana.

    Con referencia a lo aquí escrito sepa que deberá cortarse en columnas y guardarlo en un rincón en lo más oscuro de sus recuerdos. Si allí no cabe, puede hacerle un hueco en lo más oscuro de su anatomía. Justo, lo ha adivinado. Le ha gustado, ¿verdad?.

El Croque. 2005.


Seleccione la idea que desee pisotear:

Pienso, luego coexisto
Las ideas de compromiso
El juego de la idea

 

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

PIENSO, LUEGO COEXISTO (y de paso me saco el título)

    Idea. Concepto. La reflexión es fruto del instinto gregario y la presión social (acción-reacción). La libre voluntad de expresión elige otros caminos…

    Paralelamente a la reflexión (calco de la experiencia insuficiente y pobre), en arquitectura tenemos la idea (calco de la poesía insuficiente y pobre). Ambas con una doble función: controladora-mediadora. Una manera de coexistir, de establecer relaciones entre humanos.

    ¿Existen códigos/lenguajes no convencionales? Creo que sí, aunque sólo permiten la comunicación entre grados de consciencia y niveles de intuición similares; sólo en movimiento horizontal. Quizás sea esta la única comunicación posible. Y el intensísimo conjunto de códigos aprendidos que nos ofrece la historia no es más que la mera fantasía de movimientos verticales…

    La reflexión pretende esto último: movimientos verticales que me parecen espejismos, métodos de los que sospecho enormemente… Intentos de movimientos verticales, entre estratos alejados…
    A pesar de mi sospecha, en estos momentos no estoy en silencio, contemplativa… sino con el ceño fruncido, pensando, sufriendo un poquito al escribir estas líneas… Buscando alivio, un pequeño paréntesis libre de presión social… flotando en la ligereza de la conciencia tranquila. Extendiendo mis manos por la remota posibilidad de que no se trate de una fantasía…

    Constante insatisfacción. Alivio y conciencia tranquila en un breve intervalo de tiempo, sólo hasta que se me presente de nuevo, en soledad, alguna extraña criatura sin nombre… cuyo germen estará ya probablemente entre estas líneas, o en el movimiento del lápiz o … Hasta que la extraña criatura sin nombre me demuestre que es volátil, sin nombre, inexpresable como una alucinación. A partir de ahí comenzaré a sentir no el porqué maravilloso de balanceo interior, sino el porqué impuesto: la prueba, la justificación, el sentido, la demostración de control ante mí misma y la sociedad… Y reflexionaré de nuevo con el ceño fruncido…

    La reflexión como herramienta para la comunicación es, por lo tanto, UN CAMINO DE VUELTAHacia el exterior. La reflexión parte de la intuición como el concepto parte de la naturaleza.

    Y sólo la experiencia despierta la intuición. Sólo la curiosidad permite abrir los ojos como platos. Sólo el hallazgo solitario e individual (por muy insignificante que sea) empuja al trabajo continuo y riguroso. Para el aprendizaje, ante todo, fidelidad a la curiosidad. Porque es su motor.
    La reflexión responde a una posterior voluntad de expresar y a la ilusión de ampliar el registro de comunicación. Y no se aleja mucho de la obsesión… Ya nada más, sólo un camino de vuelta, porque la tierra prometida de la síntesis, la unidad y la verdad se va alejando… Y nada es tan veloz como la experiencia real, en cada instante.

    El concepto existe para condensar el significado inconmensurable de una emoción (experiencia) en una metáfora abstracta y universal, que contenga en su pequeño cuerpo tanta fuerza como masa tiene un agujero negro. Complicado.
    Pero el concepto nunca podrá conducir a una experiencia, a lo sumo al recuerdo de una experiencia, mediante la identificación.

    Sin embargo nos fuerzan a investigaciones teóricas, lejos de la luz del sol… A comenzar la marcha (camino de ida) partiendo de una “idea”… existiendo entonces dos posibilidades: perderte en las ramificaciones, o aparentar que no te pierdes en las ramificaciones. No.
    Idea tiránica que sustituye a la composición. Se ha roto el equilibrio. Idea abanderada que quiere caminar con la cabeza erguida y los pasos fuertes. Pero sin brújula. Sola no llega a ninguna parte. Filosofía y álgebra en el mejor de los casos. Ingenio a veces.
    Idea fantoche que libera al arquitecto de la decisión. Miedo a la libertad. Estrategia para reducir posibilidades. Primer gran capricho que evita caprichos dispersos posteriores…

    Camino de ida fijado por ellos, situándote en el punto medio de un proceso que está ya lejos del principio. Su principio. Y así la ETSAM, al estilo de las grandes multinacionales, nos enseña a trabajar sobre fragmentos y bajo un orden integrador exterior, que nos es impuesto. Educad a estupendos críticos de arte, historiadores y recaderos… Conseguiréis así una plaza repleta de gente desconcertada, mirándose unos a otros, buscando a alguien que les dé una respuesta.

    No. Proyectar debiera ser similar al esfuerzo que realizas una mañana para intentar describir el sueño fantástico que ocupó tu noche. Ese es el principio.

    “La visión es un estado de la conciencia, un estado extremo de la atención, la cual (como en una atenta escucha) ve lo que ya sabía el cuerpo profundo” (Palazuelo)

A bruxa piruxa. 2005.

 

Oink                                     Cuac

Proyectar en la ETSAM                                 Proyectar en mi cuarto

 

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA          ÍNDICE DE LA IDEA

 

LAS IDEAS DE COMPROMISO: ARQUITECTURA DIPLOMÁTICA

    Últimamente me costaba pasear por Madrid. Todo estaba lleno de obras y mi libreta-agenda rezumaba de exámenes y entregas, por lo que el Centro de Cálculo era mi segunda casa. Sin embargo, ahora que ya ha pasado la primera andanada docente y se han terminado los trabajos en la glorieta de Cuatro Caminos (que no en la estación del metro, no vaya a ser que nos lo creamos), he decidido salir a darme un paseo y saludar a la primavera, que llega fuertecita este año.
    Paseando por el Madrid preolímpico (ya queda poco para saber si seguiremos vertiendo el hormigón por hectolitros o si descansaremos de la fiebre deportiva) uno se encuentra muchos proyectos construyéndose, y no puedo evitar fijarme en ellos, en sus decorativos planos expuestos en tablones, en sus encofrados, en sus cerramientos, en sus maletines negros de quita y pon... y sucede que hay muchas cosas que no es que no me cuadren, pero que sí me empiezan a hacer mucha gracia.
    Esto tiene que ver con esa sensación que se tiene al llegar, aproximadamente, a Proyectos III y ver que la verborrea de los cursos anteriores no se disipa sino que se espesa todavía más y que hay determinados elementos de los proyectos que, o se ponen, o no quedas bien. No es que el proyecto dependa de ellos (aunque a veces también), ni siquiera que supongan una parte importante del mismo. Se trata de quedar bien con ellos, y su “correcto uso y aplicación” dan pie a lo que voy a llamar “arquitectura diplomática”.

    La arquitectura diplomática es la materialización en tres dimensiones del espíritu de lo políticamente correcto; y como le sucede en general a ese pobre espíritu, la materia que resulta de su aplicación es profundamente hipócrita pero, bien administrada, es capaz de aportar ese detalle divertido a las construcciones que hace que nos sean simpáticas a la vista. Detalles que tuvieron su utilidad cuando se concibieron se desvirtúan y deforman hasta convertirse en caricaturas de sí mismos que “están ahí” pero que, evidentemente, el que las puso ni sabe lo que son ni le interesa saberlo.

    Un ejemplo típico es ese maravilloso carril-bici que aparece por los nuevos barrios, alarde de ecología, civismo y deportivismo. Lo malo es que se suele trazar con el olvidado comando de AutoCad “línea múltiple” de tal manera que, según se pintan los bordillos de las aceras, va saliendo el eje del carril bici. No sé lo que pensará el agudo lector, pues si para los automovilistas se calculan pacientemente las curvas de las calzadas y los chaflanes de las calles, ¿por qué se considera que un ciclista es capaz de girar en ángulo recto?

    Otro detalle diplomático es la accesibilidad para minusválidos. La idea era que los impedidos diversos pudieran acceder (ni fácil ni difícilmente, sólo poder hacerlo) a los edificios a los que la vida les obligaba, como el ayuntamiento, la oficina del paro o su propia casa. Pero parece que en la normativa se olvidaron de escribir la palabra “dignidad” y resulta que las rampas y los baños adaptados aparecen siempre por el culo del edificio, por las puertas traseras, por los cuartos de las escobas... justo antes de llegar al puto escalón que aparece frente a la puerta del ascensor que no vio el arquitecto municipal porque el inteligente proyectista le escatimó la sección del vestíbulo. Mayor compromiso, imposible.

    ¿Qué decir de nuestra querida doble altura? Ésta es, seguramente, la idea del millón. Desde que se la inventó Le Corbusier en el “Esprit Noveau” no se ha apeado del hit-parade arquitectónico. La teórica doble ventilación y la racionalización del espacio doméstico que pretendía se acabaron convirtiendo en una de tantas formas fosilizadas de manuales de diseño. Se estudió y se la hizo evolucionar, y los resultados yacen hoy sepultados en el fondo de las bibliotecas. A nosotros, sin embargo, todavía nos la ponen como si fuera la solución al hambre en el mundo, dogma inapelable del Progreso Humano. Por otra parte, sobre las maquetas de los constructores no osa aparecer nada que se le asemeje, por aquello de los metros cuadrados desaprovechados. Y así se cierra de nuevo nuestro círculo estético-esquizofrénico.

    Nunca me dejarán de hacer gracia las famosas “verandas”. Este palabro designa en la jerga cool a lo que en castellano se le llama emparrado o más refinadamente pérgola. Como los arquitectos relumbrones las incluían en sus proyectos acabaron convirtiéndose en parte de los fetiches arquitectónicos universales. Es matemático: jardín Þ pérgola. Y, mucho ojo, que yo no digo que sean un mal invento, porque es verdad que aportan una deliciosa sombra en verano pero... siempre y cuando tengan una planta encima. Los emparrados funcionan –como su propio nombre indica- con una parra enroscándose en ellos, ofreciendo sus uvas en septiembre a los comensales de un eventual picnic de ensueño. Sin embargo, cuando el detalle termina consistiendo en cuatro viguetas de hormigón a palo seco, los citados comensales se freirán bajo el sol vertical del mediodía y se irán al hospital a curarse las quemaduras de tercer grado de la trágica siesta.

    De la misma manera que los arquitectos modernos, tan racionales ellos, acabaron convirtiendo las imágenes industriales en fetiches y trataron de reproducirlas a toda costa pero a escala arquitectónica (¿cuántos barcos o aviones varados hay en tu ciudad?), los arquitectos de hoy se han montado su banco de ideas de compromiso y con ellas se han propuesto comerse el mundo, digerirlo y cagarlo igual que era pero barnizado de diplomacia y buen rollito. Como la reforma que le están haciendo al Metro, que maldita la falta que le hacía.

El maquinista de la Particular. 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA          ÍNDICE DE LA IDEA

 

EL JUEGO DE LA IDEA

    Todo comienza al caer el castillo de ideas que creías sólido y firme.

    Esa extraña seguridad en ti mismo desaparece, se escapa, y te quedas solo. Solo en un punto donde nada es seguro, donde no hay tierra a la vista. Es el lugar más vacío y frío en el que has estado. Allí es donde las almas en pena comienzan a vagar sin rumbo, intentando salir.
    Te preguntas porqué todo es extraño, todo está lejos, no lo entiendes. Caminas durante horas, días, poco a poco te parece ver la luz. El arduo camino comienza a mostrar su cara dulce. Ahora entiendes sus palabras, ahora todo encaja.
    Decides hacerlo así porque si, y todo funciona. Todo funciona como quieres, como quieren. Funcionas como todo. Funcionas dentro del nuevo orden. Te sientes seguro.
    Y tus palabras ya no serán más que ecos de otras que creíste oír, ¡que creíste entender! Qué osado te has vuelto ahora. Ahora que todo te es propio, ahora que perteneces a todo… mejor así.
    Sin embargo, para muchos, el camino no será tan sencillo. No será un traspiés en su marcha decidida. Ellos dudan, no pueden decidir. Y cada decisión es un sufrimiento. Cada decisión será siempre un sufrimiento. Nadie les da el impulso que necesitan, ni se lo darán nunca, porque ni siquiera pueden recibirlo.

    Para esta gente, se acuñó el término de la idea.

    Idea es en el entorno del arquitectito de pro, ese amigo perfecto que siempre dice que sí, pero que como todo lo perfecto, es falso. A aquellos cuya mutilada capacidad de decisión les impide arrancar con propuestas medianamente estructuradas, se les da la posibilidad de que se sientan genios por un día, por dos, por tres, o por toda la vida, y que así finjan esa sensibilidad, esa pasión del genio verdadero y vendan (porque ante todo se trata de vender) sus cositas a los demás.
    Ellos también podrían ser genios, su incapacidad de decisión no es un obstáculo real para crear. Pero el orden no está de acuerdo. Sin decidir no produces, y sin producir, no aportas nada. Quieren producción, quieren soluciones. Odian las preguntas, odian que dudes, odian a todo aquel que cuestione su camino, el camino del orden.
    Ellos podrían ser genios, pero no de este modo. De este modo se atragantan con una papilla espesa que no les cabe en la boca. Se les cae la baba. Parecen tontos intentando imitar algo que no entienden. Ése es tu juego, juega tú a él. Ellos no pueden, no deciden, tienen miedo. No les obligues a caminar con las piernas temblorosas por lugares desconocidos, ajenos ahora y ajenos siempre.
    Porque no todos estamos cortados por el mismo patrón. Porque no todos queremos lo mismo, aunque nos hagan creer que así es. Porque no tienes porque hacer algo si no estás seguro, si no estás cómodo.
    Eso sí, si decides jugar sin conocer su juego, si decides continuar porque un aprobado vale más que una vida, si crees que ése camino de incertidumbre y falsedad tiene salida; a ti te digo que te equivocas. Su juego nos conduce irremediablemente hacia la desdicha, o hacia la gloria en el mundo del ego y sólo en el caso de que sepas jugar.

La Paja. 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA          ÍNDICE DE LA IDEA

 

EL TERCIO ES LO QUE MUEVE EL MUNDO

    Tercio, “cada una de las tres partes iguales en que se divide un todo”

    Tras una serie de manifestaciones de ira y sarcasmos contenidos contra gentecilla de la escuela o contra valores basura de los mismos he decidido hacer un artículo reflexivo antes que crítico, la verdad es que sus dosis de crítica las tiene, todo sea dicho, pero es más puramente reflexivo que otra cosa. El tema versa, como bien dice el encabezado, acerca de “El Tercio”, ese gran desconocido, ese que siempre está ahí, que desde tiempos inmemoriales ha guiado la vida del ser humano. Un hurra por el Tercio, ¡Hip, hip, Hurra!

    Porque, igual no me creéis, pero el tercio ha sido lo más importante para el hombre desde que tiene uso de razón. Sí, porque ya en el antiguo Egipto el tercio ya era importante, el primer tercio del Nilo pertenecía a los vivos, el tercio central, a los reyes y el último tercio era única y exclusivamente para los Dioses. ¿Además cuantas son las grandes pirámides de Gizeh? Tres, un tercio para Keops, otro para Kefrén y el último tercio (que por el tamaño debían ser las babillas) para Micerinos. Pero no creáis que queda ahí la cosa, los tercios nacen en Egipto, pero los griegos también le daban un rato. Porque un tercio del templo griego es el basamento, el segundo el fuste y el tercer tercio la coronación, que a su vez se dividen en tres tercios cada uno (basa, fuste y capitel; arquitrabe, friso y cornisa; y el estilóbato son tres putos peldaños). Los griegos si que sabían de tercios.

    Sin embargo, los que más culto rindieron al tercio fueron los romanos (¡qué pájaros!) porque en sus casas el primer tercio era para el comercio, el segundo para el patricio y el tercero para los criados. Y la cosa no queda ahí, porque le dedicaron al tercio la hora más importante del día, la hora tercia; que debía ser muy importante porque según San Juan a Cristo le empezaron a ajusticiar en dicha hora, supongo que antes los romanos habían estado terciando la mañana. Y hablando de Cristo, un tercio de Cristo era Dios, otro Rey y el último Hombre… Si hasta los Reyes Magos entendían de tercios. Puedo llegar a ser pelma pero siguiendo con el mismo argumento, los cristianos cuando legalizan su situación y hacen sus templos, emplean el tercio central para el culto y los otros dos tercios para el disfrute.

    El gran descubrimiento del hombre es que el tercio se puede combinar. Ahí tenemos el archiconocido dobletercio, que es la resultante de esfuerzos de un muro enterrado (colocada a un dobletercio de la superficie, o a un tercio de la base según se mire) o la posición del centro de gravedad de un triángulo, a un dobletercio de la altura. Y, ¿qué pasa si combinamos tres dobletercios?, que conseguimos un sestercio, que era la moneda romana (joder, qué tíos, siempre con lo mismo). Y es gracioso porque, tradicionalmente, un tercio de una vara es un pie y un estadio es un sestercio de pie, es decir que un estadio son seis pies. Si es que todo encaja.

    Y, ¿qué ocurre si nos ponemos con los arcos, ése milagro de la arquitectura? Pues que siguen apareciendo los tercios. Un arco por su propio peso siempre se encuentra fisurado, misteriosamente en los riñones y en la clave, esto es a un tercio de la curva y a un entero de la misma. ¿Cuándo colapsa un arco exento? Cuando la línea de empujes, da la puta casualidad, que se sale del tercio central de la dovela. Incluso hay algunos arcos góticos que al igual que los de medio punto se llaman de tercio de punto, esto es que sus centros están en los tercios de la base.

    Saliéndonos del tema y terminando por desvariar un poquillo. No es tontería que un tercio del cuerpo humano sea carne y un dobletercio agua (en nuestro caso agua y cerveza a partes iguales), ni que el ser humano duerma durante un tercio del día (yo duermo más para que no baje la media de la Escuela, es sacrificado pero hay que hacerlo). Un tercio del planeta es tierra; un tercio de la población mundial son chinos, y están destinados a cambiar el mundo (los tercios mueven el mundo, en serio). Mal que me pese, ¿cómo se llaman las partes de una corrida de toros? Tercios. Que se parecen mucho a las partes de una entrega de proyectos, primero pinchas suavemente el panel (tercio de varas), luego te clavan una serie de puyazos (tercio de banderillas) y por último te dan una estocada (tercio de muerte), tres tercios un tanto dramáticos.

    Otros tercios famosos son los de Flandes, aunque no creo que el nombre viniera por el número de soldados de la unidad. O los barcos, ¿cuántas carabelas volvieron de América? Un dobletercio. O incluso la Guardia Civil, los batallones de picoletos que campean por los parques buscando a la chusma de melenudos y escandalosos adoradores del tercio ilegal, ¿cómo se llaman? Pues curiosamente se llaman tercios, fíjate!!!.

    Y así podría seguir argumentando y argumentando. Pero no, terminaré en nuestra querida cafetería donde el espíritu del tercio se materializa por la módica cantidad de setenta y cinco céntimos de eypo, donde el tercio se entrega cada día en las horas tercias para que una panda de ovejas negras tercien la mañana, o la tarde, o las dos (si se tercia). Desde aquí hago un llamamiento a la gente para que combinemos el tercio como hicieron nuestros tatarabuelos. ¡Aprendamos del pueblo italiano o del chino donde la cultura del dobletercio se ha arraigado en los corazones de las gentes, donde saborean el regustillo de la cerveza por más tiempo, donde han descubierto que un tercio se queda corto y la litrona acaba calentándose!

    Juan ponte tres tercios!!!

Un Humilde estudiante. 2005.

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA

 

GUÍA DE RECONOCIMIENTO DEL "LUGAR" Y MANUAL DE ACTUACIÓN

    Imagino que todos vosotros (sí, sí, vosotros de primero también!!!) habéis tenido ya alguna charla de esas en las que os martillean con el “concepto de lugar”. Pero, seamos realistas... ¿¿a qué coño se refieren con eso?? ¿¿alguien nos ha llegado a explicar algo alguna vez?? ¿¿con qué fin nos hacen “estudiar el lugar” si la mayoría de arquitectos se lo pasan por el forro?? Para intentar esclarecer estos y otros temas, hemos dedicado parte de nuestro tiempo a elaborar una “guía de reconocimiento del lugar” y “manual de actuación”.

    Pero empecemos por definir “lugar”: denominamos lugar al entorno en el cual debemos emplazar nuestro suspenso en proyectos (véase también “pieza de arquitectura”). Tener en cuenta el lugar es como la cebolla en la tortilla de patatas, que todos sabemos que se le puede echar pero cada uno puede hacer lo que más le plazca. Si a un arquitecto de prestigio le sale una buena tortilla y se le olvida la cebolla, pues nada amigos, se le perdona. Ahora, si le sale mala, seguro que “tenía que haberle puesto cebolla!!!!”. Claro. Y un carajo!!

    Según su localización podemos estar hablando de dos tipos de lugares, a saber:

 

a) El primer tipo de lugar está en la Conchinchina. En general suele ser elegido por ser el último exótico destino vacacional del profesor de turno, para que pueda exhibir su genial colección de fotos, o bien porque claro, una cátedra que te manda hacer proyectos en Chicago, Shangai o la Patagonia tiene mucho más prestigio que los que hacen viviendas en Vallecas. Podemos decir que un lugar tipo “a” mola más. Y, ya puestos, llegando a símiles futbolísticos de poco gusto, uno podría hacer un proyecto “galáctico”, qué se yo... en la Luna! (sí, sí, no os riáis tanto...).

Un solar “a” no sale en planos corrientes, es más, se caracteriza por su más que dudosa existencia. Eso, lejos de potenciar la creatividad del alumno, lo hace con la del profesor, que de una semana para otra puede inventarse a su gusto cualquier nuevo condicionante, o descubrir que su solar no es sino lo menos parecido a lo que él pensaba. Pero ilustrémonos con un suculento ejemplo: supongamos que a uno le mandan plantar un edificio Windsor en el centro de Roma. La idea ya de por sí es descabellada, pero retorzámosla un poco más. Como único documento te arrean con dos semanas de retraso un plano medio borroso de la Roma del siglo XVIII. Increíble, ¿verdad? Pero, ¿¿¿qué creéis que pasaría si de pronto descubrimos que el solar que tenemos tiene la superficie de tres campos de fútbol??? Pues nada, no preocuparse, que si se nos cae, amigos, ¡no le hacemos daño a nadie! ¡¡¡Y lo que nos hemos ahorrado en estructura!!!

En estos casos, lo que suele proceder es, dado que en el sitio existe una “rica variedad de arquitectura” (traducción: el profesor no tiene puta idea de lo que se hace por aquellas latitudes), conviene fliparse y hacer algo que, si bien no tiene relación con nada porque no conocemos el entorno, quede bonito al hacer un montaje con un bello “skyline” de fondo, y sobre todo que destaque sobre el resto (ya sabéis aquello de “burro grande...”).

b) Nuestro segundo tipo de lugar está al ladito de casa, tanto que podemos ir a verlo. Esto presenta ventajas evidentes: podemos mandar a nuestros alumnos a echar fotos, hacerse una maquetilla y tal, y podemos comprender el lugar desde nuestro sillón de “señor catedrático” sin tener que ir a verlo. Es un solar sorprendente y cambiante, porque su cercanía hace que nos creamos que lo conocemos al dedillo, y claro, cuando resulta que desde hace diez años no hay tal solar sino un grupo de viviendas, pues nada, tenemos que cambiarlo por otro! Su principal ventaja es que podemos contrastar información, dado el gran contraste que suele existir entre lo que está construido y lo que viene en los planos de gerencia, que por cierto recomendamos encarecidamente para aquellos que empeñen su (escaso) tiempo libre haciendo puzzles, no veáis lo que entretienen! Si os falta alguna pieza ya sabéis, escribir a la gerencia municipal o al capullo que ha colgado los planos en “compartidos” sin tener ni puta idea de lo que tenían...

Bueno, en estos casos recomendamos, básicamente, fliparse, dado que claro, si está cerca es porque o bien ha salido a concurso y el profesor necesita ideas (cuanto más os flipéis menos idea tendrá de resolverlo y no podrá copiaros la idea) o es que el sitio es un coñazo y el profe piensa que le viene bien un cambio aunque, una vez más, no tengáis en cuenta el lugar.

 

    Como aclaración general, y tras el estudio de numerosos casos (no en vano la experiencia adquirida tras haber repetido hasta en tres ocasiones...) podemos concluir que el “estudio del lugar” consiste en meter de clavo en la entrega un panelillo con esquemitas de situación o fotos aéreas pintarrajeadas encima, aunque no tengan nada que ver con tu entrega, para justificar luego tu proyecto como que “rompe con el entorno”, “se destaca del resto”, “se opone al concepto de lugar”, “se adapta al lugar modificando su topografía”, etc. Y para aquellos que queráis nota, si sois capaces de hacer un proyecto a huevo y encima tener la cara de decir que “dialoga con el skyline”, preguntadle de mi parte si su diálogo versa sobre el concepto de lugar.

El Sopas. 2005. 

@-© 2005 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.

ARRIBA