LA POLÉMICAAA #6

CABRERO CABREADO (nº 10)

    Era veranito y el ambiente estaba caldeadito en la casa de un veterano estudiante. ¡Otra vez me han pencado el PFC! ¡once años de martirio y aún a dos velas! Y escribió una carta al ABC (Cartas al Director, ABC, 19-VIII-04) poniendo a caldo a todo cristo (Ángel incluido) y diciendo algunas verdades, algunas verdades que eran verdad y algunas verdades que podrían ser verdad o incluso serlo ya (aunque cueste reconocerlo). Mierda removida. ¡buf!, qué mal huele. Moscas, venid a comer (huy, míralas qué majas)

    Como el sabio refranero español dice: “La verdad ofende”. Y es que no serían tan necias sus palabras cuando el sr. Cabrero, en vez de hacer oídos sordos, malgastó su ultrapreciosísimo tiempo en responder a tales acusaciones en el mismo tabloide y bajo el mismo título: “Arquitectura en la Politécnica” (Cartas al Director, ABC, 20-IX-04).

    Nosotros le apreciamos, sr. Cabrero. No por haber oído sus charlas acerca del olor del yeso (patéticas por cierto) que sólo “gustaban” a sus profesores titulares y/o adjuntos y/o prostituidos. Pero, por una vez en la vida y sin que sirva de precedente, le vamos a hacer unas recomendaciones desinteresadas para que no se hunda más en la miseria humana: Aléjese de las moscas venenosas que pueblan su entorno (ésas que le dan palmadas en la espalda y le dicen “preciosa charla, sr Cabrero” cuando sabe perfectamente que se la iba inventando sobre la marcha). Relativice su juicio y piense que el que tiene boca se equivoca. Y, por último, tómese un poco más de tiempo a la hora de tomar decisiones de las que depende el futuro de la gente. O mejor, tómese algo de tiempo.

    Sepa que si esta escuela es de las mejores del mundo (como afirma), no es ni por usted, ni por Juan Navarro, ni por todos esos nombres (que no personas) que nada hacen por la formación de arquitectos; sino más bien por su deformación mental y profesional. Y no busque mucho esas presuntas irregularidades, no vaya a ser que las encuentre y tenga que volver a esconderlas después.

Aludidos remitan sus cartas-bomba al e-mail del Croque:

elcroqueweb@hotmail.com

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