PRENSA CORRUPTA |
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Aquí reproducimos los dos artículos de la polémicaaa, para disfrute de los lectores |
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Llevo 11 años conviviendo con arquitectos que han
estudiado en la Universidad Politécnica de Madrid. Desde
el primer año, las ridiculizaciones que sufren los
alumnos en las correcciones públicas son constantes por
parte del profesorado que, además, hace gala de una
prepotencia y superioridad que dejaría boquiabierto a
cualquier lector de esta misiva que estuviera presente.
Les aseguro que es muy frecuente ver a alumnos salir
llorando o absolutamente hundidos de estas humillaciones
públicas. Tales atropellos alcanzan el punto culmen de
los abusos en el denominado Proyecto fin de carrera, en
el que muchos de los alumnos tienen que mendigar un tutor
que les lleve al proyecto, pues no están obligados a
hacerlo. Partiendo de esta base, los alumnos echan una
media de año y medio en acabar un período de
penalidades en el que el abuso de algunos de los
catedráticos de esta facultad se hace más palpable que
nunca. Algunos profesores invitan a alumnos a
colaborar en sus estudios ¡a cambio de que el alumno no
le pague por trabajar! Otros solicitan los proyectos en
CD para utilizarlos como propios. ¿Creen ustedes que
cuando entregan un proyecto de fin de carrera firmado por
un tutor (profesor de la facultad) se aseguran que los
propios colegas del tutor firmante vayan a aprobar al
alumno? Pues no, el show de una corrección
de proyectos de fin de carrera es digno de cámara
oculta. Los 6 ó 7 catedráticos examinan el fruto de
meses o años de trabajo de estos alumnos a una velocidad
aproximada de un proyecto cada dos minutos y se permiten
suspender a más de un tercio de los alumnos como media.
Aquellos que se atreven a pedir la revisión lo únio que
hacen es potenciar la humillación, pues te estás
permitiendo cuestionar sus decisiones. Créanme, con
mucha frecuencia estos mismos caciques que dominana el
mundo de la arquitectura en Madrid siguen abusando de
esos sufridos alumnos una vez que acaban la carrera y los
tienen trabajando a destajo bajo contratos laborales
ocultos, amparándose en la figura absolutamente falsa
del autónomo. Víctor de la
Vega. |
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Con este título
publicó ABC el día 19 de agosto una carta en la que se
vierten gravísimas acusaciones contra la ETSAM y contra
sus profesores. Como director del
Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Etsam
debo decir que tales acusaciones, que son genéricas e
imprecisas, deberían ser denunciadas y demostradas ante
las autoridades académicas, que serían las primeras,
por el bien de la institución, en investigarlas y
corregirlas. Debo añadir que las acusaciones resultan
sorprendentes cuando esta Escuela es considerada
modélica en España y fuera de ella. Es la escuela que
tiene la nota de ingreso comparada más alta entre todas
las escuelas de arquitectura de España. Tiene los
porcentajes de aprobados más altos del fin de carrera
(algo que parece interesar especialmente al autor de la
carta) entre todas las escuelas de nuestro país. Tanto
los alumnos como los arquitectos en ella formados arrasan
con los premios en los concursos a los que se presentan.
Y especialistas tan reconocidos como Kenneth Frampton han
escrito que la Etsam es la mejor escuela de
Arquitectura del mundo. Resultan aún más
sorprendentes las acusaciones cuando la autoridad de
quien las vierte se sostiene sólo en la afirmación con
la que comienza su carta: Llevo once años
conviviendo con arquitectos que han estudiado en la
Universidad Politécnica de Madrid. Gabriel Ruiz
Cabrero.
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