El Croque nº 2
(noviembre
2002)
Pulsa aquí para verlo en PDF
(Para regresar a esta página, presiona
luego "atrás" en tu explorador)
"Dicen
que van a cubrir
el barranco leganitos...
que todo lo puede dios,
con su poder infinito"
MENSAJE A LE CORBUSIER DE LOS ALUMNOS DE ARQUITECTURA
EL RINCÓN DE PAZO #2: RAZONES DE PESO
El Croque es esto que tienes en las manos: un medio de expresión independiente, al margen de toda asociación, y autogestionado por los propios editores. Aquí no se impone ningún tipo de filosofía o criterio uniforme a seguir. Esta publicación, de carácter esporádico, está abierta a todo tipo de críticas, y tiene por finalidad denunciar todo aquello relacionado con la arquitectura, y que nos afecte, a nosotros los estudiantes, directa o indirectamente. No tendrá cabida en El Croque cualquier artículo que trate sobre un resentimiento personal hacia una persona en concreto, que esté íntimamente relacionada con el entorno de la ETSAM. Por el contrario, si tendrán su hueco todas aquellas críticas dirigidas a organismos, departamentos, establecimientos o procedimientos que utiliza esta escuela. Todo aquel que desee colaborar con El Croque deberá localizar a la cúpula secreta de editores corruptos, a la que entregará los artículos convenientemente pasados a ordenador. Por supuesto, ha de saber que al colaborar con esta ilícita y taimada asociación está poniendo en peligro su vida, su salud mental y, lo que es más importante, está comprometiendo sus entregas de Proyectos. El Croque se distribuye esporádicamente (con menor frecuencia en las épocas de entregas y exámenes) por los diferentes puntos de la escuela donde se suele encontrar todo tipo de basura panfletaria. El Croque se define en contra de todo aquello que deteriore la imagen de la arquitectura, que la limite a un coto privado en el que renombradas personalidades hacen y deshacen a su antojo, fomentando el empleo de la misma para fines especulativos, individualistas, privados y elitistas. Y, como ya dijimos en el pasado y exitoso número, el Croque, simplemente, es un lugar donde cuatro chiflados se desahogan arquitectónicamente (y desvergonzadamente) de todas las bobadas que les rodean. Y si algo ha de caer, caerá. El Croque. Noviembre de 2002. |
@-© 2002 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.
Los edificios son como los seres
humanos: si estos nacen, crecen, se reproducen (si hay suerte) mientras se
joden y mueren, aquéllos se proyectan, se construyen, son copiados (por
fortuna o por desgracia, según el caso) mientras se joden y se caen al
suelo (con o sin ayuda). Sin embargo, hay momentos en la vida de un
edificio que, a buen seguro, no querrían ser vividos por él. Por
ejemplo, una guerra con bombas rompedoras de 200 Kg. o una “restauración”
sin escrúpulos. El equivalente humano puede ser un cáncer o una
hipoteca.
Príncipe Pío era la Estación del Norte. Y, durante muchos años, gozó
de una envidiable actividad ferroviaria como toda buena estación término
que se precie. Pero los tiempos quisieron que se construyese la Estación
de Chamartín y que los tráficos del Norte y del Noroeste se trasladaran
a ella. Y en 1992 salió el último tren (de largo recorrido) de sus
históricas marquesinas, comenzando en seguida el proceso de rapiña de
los terrenos que sus depósitos ocupaban con la excusa de la habilitación
de la vieja vía de Contorno (P.Pío-Delicias-Atocha) como Pasillo Verde
Ferroviario. Y las Cercanías pudieron al fin atravesar la estación para
poder buscar la de Atocha, pero el edificio (que ya las había pasado
canutas cuando la Guerra Civil) quedó semiabandonado... y empezó a
desmoronarse lentamente.
Chamartín, sin embargo, se convirtió en la estación más importante de
Madrid hasta que llegó el AVE (y ahora es, por lo menos, la estación más
seria de Madrid). Pero, ¡ay!, la mirada especuladora se cierne sobre
ella cual Espada de Damocles y prepara en la sombra uno de los mayores
intentos de “ganar dinero por la cara” que se han visto en los
últimos años y que, como todos ellos, se presenta como una inestimable
operación de apijotamiento y “confortabilización” de una zona de
Madrid a la que aún no habían podido llegar los yuppies. El Maquinista de la Particular. 2002. |
@-© 2002 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.
Érase una vez, en un mundo no muy lejano, existía un buen hombre llamado Jean Nouvel. Una persona trabajadora, sin duda, que luchaba por sus ideales. Luchaba contra el mal, luchaba por el bien, y entre tanta lucha le sobraba algo de tiempo para ser arquitecto, y, lo que es más difícil, para currarse proyectos decentes. Investigó sin descanso, construyó nuevos e innovadores edificios, y cuando las dudas existenciales le apremiaron no dudó en caminar hasta el fin deluniverso, descubriendo que éste no era ilimitado, como se creía comúnmente, sino que al final del todo había un muro muy alto de hormigón armado. Una vez que sus dudas existenciales estuvieron resueltas, regresó con las ideas muy claras y con la total seguridad de que podría hacer lo que le viniese en gana, pues él, desde un ámbito superior, en su mundo de las ideas particular, se encontraba y se encuentra por encima de toda la plebe que le rodea. Y así empezó todo, su exposición del Reina Sofía es un alarde de elocuencia, una muestra de su inconmensurable grandeza, de su ingenio sin límite; y sin embargo, debería estar prohibido pensar siquiera esas barbaridades, se echa de menos esa tan odiada censura que evitaba que este tipo de cosas llegasen a nuestros sensibles ojos de humildes criaturas de Dios. Puntualicemos:
Sinceramente, para ver un montón de chatarra me voy a un vertedero; se supone que tengo que tragar con este proyecto del Reina porque es de JEAN NOUVEL, arquitecto de reconocido prestigio, bla, bla, bla... ¡pues no!. Respeto la opinión de la gente que valore este proyecto por lo que es; pero escupo sobre todos aquellos (que no son pocos) que airean su ausencia de criterio y su falta de lucidez, tratando de mostrar cuan cultos e innovadores son, enumerando una por una las virtudes que Nouvel expone, y eliminando de su mente toda capacidad crítica, simplemente por el respeto que les inspira este arquitecto. La Paja. 2002. |
@-© 2002 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.
MENSAJE A LE CORBUSIER DE LOS ALUMNOS DE ARQUITECTURA
Estimado Corbu:
Le voy a dedicar estas líneas de esta publicación alternativa para mostrarle mi opinión hacia su obra y hacia su persona. Me dirijo a "vuesa merced" en nombre de una humilde facción de estudiantes de Arquitectura que está hasta los C$%?&/" de oír hablar de usted a todas horas. Ocurre pues que en cualquier clase de esta carrera aparece usado su nombre como si fuera una comodín lo mismo vale para un roto que para un descosido. Que estás en clase de Introducción **"No intentéis ser como el gran Le Corbusier él era un genio y vosotros estáis abocados al fracaso"; que es en clase de Dibujo "podéis hacer estas carpinterías como el magnífico Le Corbusier hizo en la Villa Saboya", e incluso lo más extraño en Cálculo "Halladme el área de la espiral que hace Monsieur Le Corbusier en la Villa La Roche". Ya está bien de hipocresías. Me interesaría saber cómo un simple relojero llegó a ser el arquitecto al que más se le ha lamido el culo en la desastrosa historia de la humanidad. Lo primero, a quién no le ha ocurrido nunca que estando en clase de proyectos enseñas un panel y llega el profesor de turno y te dice “Eso es una bazofia, hazme el favor de mirarte lo que hizo Le Corbusier en tal magnífica casa”; claro, a ti se te queda una cara de gilipollas que no puedes con ella, te niegas a copiar un proyecto ajeno y presentas otra nueva creación, a tus ojos de la hostia. Cuando llegas a clase la cara de gilipollas la tiene el profesor, se pone como un energúmeno y no para hasta que te humilla delante de toda la clase, es entonces cuando, muy quemado decides mirarte a Le Corbusier y poco a poco, proyecto a proyecto y humillación tras humillación descargas toda tu ira sobre el comodín que calma los humos del profesor de turno. Me parece inaudito que en una carrera en la que se impulsa la creatividad y el ensanchamiento del espíritu se obligue a seguir siempre el mismo patrón; el de su eminencia Le Corbusier. Que conste que no discuto ni sus obras ni sus métodos de racionalización, que me parecen acertados e interesantes (a base de copiar, uno se da cuenta de ello). Lo bonito sería que los alumnos se arquitectura te descubrieran por ellos mismos, sin que una gente de “extensa” imaginación te obliguen a aprender, entender, interpretar, y más tarde copiar todas y cada una de sus obras. Creo
que hay genios que se eluden y que son los mejores arquitectos que ha dado
este mundo en los últimos siglos, y seguro que tú estarías de acuerdo
conmigo. Admiraste al excéntrico genio catalán y al mujeriego genio
norteamericano, pero el resultado es que en nuestros días sólo existes
tú y los demás arquitectos no son más que un cero a la izquierda. Pero,
que se te ocurra colocar en la entrega final de proyectos una casa con
alero descomunal y toda alicatada de trencadís; si osas hacer tal cosa
que sepas que estás suspenso de por vida y ya se encargará la cátedra
pertinente para que seas expulsado de la escuela haciéndote parecer el
más inútil de tus compañeros. Desde tu tumba en el fondo del mediterráneo puede que estés orgulloso de ser inmortal debido al irremediable borreguismo de profesores, arquitectos fracasados, y alumnos pelotas a la par que empollones. Si me encontrara en tu pellejo no estaría de acuerdo en que todo lo que haga en arquitectura desemboque irremediablemente en alguna de mis más importantes creaciones. Yo personalmente no deseo aprender de los logros ajenos sino de mis propios errores, lo más importante es hacer lo que uno desea y lo que su corazón le impulsa a confeccionar. PD: Tiembla, Mies Van der Rohe, no creas que me he olvidado de tu “menos es más”, en la próxima entrega iré a por ti; si no me censuran y me dejan volver a escribir. **Frases verídicas y corroborables, no nos inventamos nada, que nadie me tire de la lengua. Un abrazo: Un humilde estudiante. 2002. |
@-© 2002 suspensoenproyectos editons. (Foto)copia y difunde.