Córtate un huevo
 

un día un hombre llamado paco (como no podía ser de otro modo) salió a la calle como acostumbraba.

fue a su trabajo en la fabrica de hormas de zapato (diseñada por Walter Gropius) y entró puntualmente, como era su costumbre.


fabricó montones de hormas de zapato hasta el descanso de las 12 sin parar ni un momento, como era su costumbre.


comió un bocata preparado por su esposa, que por cierto era de patatas fritas Día, y lo saboreó pausadamente como hacía habitualmente.


continuó trabajando todo el día hasta las tres, y salió de su trabajo, con una horma de zapato guardada bajo el abrigo (la robó) cosa que solía hacer todos los días.

al llegar a casa guardó su nueva horma de zapato con el resto de la colección, que formaba ya un total de 1457 hormas, las limpió con sumo cuidado como todos los días hacía.

mientras cenaba, no paró de pensar en su nueva horma de zapato, en lo bonita que era, y en lo parecida que era a todas las de los últimos 37 días, pues era el tiempo desde el que se fabricaba este tipo de hormas.

tras la cena la clasificó tratando de buscar algún rasgo diferenciador, pero esta vez algo cambio....


no encontró nada diferente a la del día anterior, era igual...

toda la noche buscó alguna diferencia, pero no encontró ninguna.

al día siguiente no fue a trabajar y continuó buscando


toda la semana sin cesar buscando algo diferente, pero no había nada que la diferenciase.

a la semana y media pensó que no era tan importante el que se diferenciase, y le pintó una raya con un boli del piñata cien, para así poder diferenciarlas.

pero la catástrofe llegó después.....

se dio cuenta de que había perdido las hormas de más de una semana .

desolación


horror

miedo

frustración

estaba tan afligido que no encontró otra solución que cortarse un güevo


y eso fue lo que hizo